jueves, 7 de noviembre de 2019

EL CASO SUN YANG PROVOCA QUE EL TAS ABRA SUS PUERTAS

EFE

Con luces y taquígrafos, o mejor dicho, en audiencia pública y retransmitido en directo en streaming, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) abrirá sus puertas, por segunda vez en su historia, el próximo 15 de noviembre durante la vista del caso del nadador chino Sun Yang, al que se acusa de romper supuestamente a martillazos las muestras de un control antidopaje.
Veinte años después, el Tribunal de Arbitraje Deportivo volverá a abrir sus puertas a los medios, tal y como ya ocurrió en 1999 en el caso de la nadadora irlandesa Michelle Smith De Bruin contra la FINA, para escuchar el recurso de apelación presentado por la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) contra el nadador chino Sun Yang y la Federación Internacional de Natación (FINA).
La expectación desatada por el caso Sun ha llevado a las partes implicadas a solicitar al TAS el carácter público de la audiencia que se celebrará en el Centro de Conferencias Fairmont Le Montreux Palace de la localidad suiza de Montreux. Y es que lo cierto es que al caso no le falta de nada, empezando por la drástica manera, a martillazo limpio, en la que supuestamente el entorno del nadador chino habría destruido las muestras que se habrían tomado a Sun Yang en un control antidopaje efectuado en septiembre de 2018.
Una acción que el nadador y su entorno justificaron en sus dudas sobre las credenciales de los encargados de realizar el control antidopaje, teoría a la que posteriormente se unió la Federación China de Natación. “Los certificados del oficial y de la enfermera violaban las reglas antidopaje de la FINA”, señaló la Federación China, por lo que “el deportista consideró el control ilegal e inválido”.
El caso llegó hasta el Panel Antidopaje de la FINA que el pasado 3 de enero determinó, tras una reunión de trece horas, que “la recolección de muestras era inválida y nula”, por lo que Sun Yang “no cometió ninguna violación de las normas antidopaje de la FINA”. Resolución, recurrida por la Agencia Mundial Antidopaje ante el TAS y que permitió al nadador chino, ganador de múltiples medallas en los Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo, participar en los Mundiales celebrados el pasado verano en la ciudad surcoreana de Gwangju, donde Sun se colgó el oro en los 200 y 400 libre.
La participación de Sun Yang, que ya fue castigado en 2014 con una suspensión de tres meses tras dar positivo en un control por trimetazidina, una sustancia estimulante, fue todo menos tranquila. De hecho, el nadador chino protagonizó un sonado altercado en la ceremonia de medallas de la final de los 400 libre, tras la decisión del australiano Mack Horton, segundo en la prueba, de no subir al podio con Sun como protesta por su presunto uso de sustancias dopantes. Horton no sólo no subió al podio, sino que tampoco quiso fotografiarse con Sun, pese a los intentos de los oficiales de la FINA, ni en el podio, ni el habitual posado posterior al pie de la piscina.
Incidentes que se repitieron días más tarde en la ceremonia de entrega de medallas de los 200 libre en la que Sun Yang no invitó a compartir el podio, como es tradicional, al británico Duncan Scott, medallista de bronce. El altercado continuó cuando Sun, que increpó a una parte de la grada, arremetió verbalmente contra Scott, que se mantuvo impertérrito en todo momento.
Antecedentes que ha disparado la expectación sobre la audiencia del TAS que escuchará el recurso presentado por la AMA contra el nadador chino y la FINA y que en el caso de concluir en una nueva sanción contra Sun podría impedirle participar en los Juegos Olímpicos de Tokio.

No hay comentarios: