martes, 3 de marzo de 2015

LA SAGA DE LOS SOLANA

ÁNGEL CRUZ
AS.com

A Sergio Solanas, el tercer hombre del triple salto español, que el viernes comenzará a competir en los Europeos en sala de Praga, le contemplan 24 récords de España, 28 títulos españoles, dos presencias en Juegos Olímpicos y un total de 71 internacionalidades. Son los conseguidos por sus padres, Alberto Solanas e Isabel Mozún, un gran saltador de longitud y triple y la reina, en su época, del salto de altura. Los dos estuvieron, también, en Campeonatos de Europa en pista cubierta.
Él llegó a alcanzar los ocho metros en la prueba en largo y ella a elevarse por encima de 1,86 en altura. En los últimos Campeonatos de España, con esos registros, hubieran sido campeón y medalla de plata, respectivamente. Que ya es ser cuando han pasado casi tres décadas desde sus momentos de gloria.
El Diario AS ofreció un reportaje con sus progenitores el 19 de junio de 1988 (firmado por Mari Luz Algarra), en una serie denominada ‘Unidos por el Deporte’. A Alberto y a Isabel les unía, además, su hijo Sergio, que entonces tenía poco más de un año y que se dedicaba a pisar la mano de su madre y a deleitarse con un chupete. Cosas de su tierna edad.
Hoy, Sergio es un atleta de 27 años, que en lugar de seguir los pasos de la madre (sobrina de Miguel Muñoz, por cierto) continúa la estela de su padre, y que competirá en los Europeos en sala de este próximo fin de semana. “Espero hacerlo bien y mejorar mi marca”, dice en las pistas del Consejo Superior de Deportes, acompañado por sus padres, en el mismo escenario de aquel reportaje de hace tanto tiempo. Una curiosidad: Alberto fue internacional por primera vez en los Europeos al aire libre de Praga y Sergio lo será, también por primera vez, en otros continentales, también en Praga, aunque en pista cubierta.
¿Por qué siguió los pasos de su padre, y no los de su madre? “Comencé haciendo un poco de todo, tenis, fútbol, baloncesto… y también altura, pero luego me incliné por los saltos horizontales”. Tercia Isabel: “Desde pequeño le interesó mucho el atletismo, pero tiene más tipología de triplista que de saltador de altura”.
La antigua reina de esta prueba es profesora de Educación Física en el Instituto Pintor Antonio López. Sergio también ha seguido los pasos de su padre en cuanto al trabajo, porque Alberto Solanas trabaja en una consultoría, sin nada que ver con el deporte, que se dedica a maquinaria de construcción, y Sergio lo hace en la de márketing GFK, de investigación de mercados. “No tengo problemas para compatibilizar las cosas, aunque me entreno tarde, desde las 19:00 hasta que cierra el Módulo del Consejo”. “El único que está a esas horas por allí es El Pájaro” (Ángel David Rodríguez, que competirá en Praga en 60 metros, apostilla Alberto.
Sergio tuvo problemas físicos importantes, lo que ha frenado su progresión. Lo cuenta Isabel: “Tenía osteocondritis en la rodilla. Le operó el doctor Guillén, se le extrajo cartílago, se cultivaron células durante un año, en el que no podía hacer deporte. En la edad júnior no compitió y regresó en promesa”. Y añade Alberto: “En nuestra época este problema le hubiera costado el abandono del deporte, pero las cosas han cambiado”. 
¿Qué triplista gusta más a Sergio Solanas? No hay dudas: “Jonathan Edwards, por su plasticidad y velocidad”. Añade Isabel. “Lo que hace Edwards es puro arte”. Y Alberto: “Rebotaba en el suelo, no se pegaba con él. Torrijos me lo recuerda un poco, salvando las distancias”.
También es objeto de admiración Usain Bolt, como no podía ser menos. “Me parece increíble lo que ha conseguido y espero que continúe”, dice Sergio. ¿Podría haber brillado en longitud?. “Creo que con velocidad sólo no se consiguen marcas, pero, desde luego, más allá de ocho metros sí que se iría”. Su padre le ve en otros ámbitos: 
“Yo sí veía a Bolt a 400 metros”. Y añade, un poco en serio y otro poco en broma: “¡Podría bajar de 40 segundos, qué sé yo!”.
Hay todo un mundo de relaciones alrededor de la familia. Sergio se entrena con Juan Carlos Álvarez, que también preparó a sus padres, con los que coincidió como atleta (Juancar fue plusmarquista de martillo) y los tres tienen especial relación con Ramón Cid, director técnico de la RFEA y rival de Solanas padre en su época.
Ramón está casado con Lili Recio, amiga y rival de Isabel en altura. Y Sergio compite a veces contra Pablo Cid Recio, su amigo, hijo del director técnico y de Lili. “¿Somos una secta?”, pregunta divertido Sergio, casi con un pie en el avión que le conducirá a su primera internacionalidad, en los Europeos de Praga.

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