DIEGO RUIZ PERDIÓ LOS PAPELES

Efe | Doha

Diego Ruiz, único español en la final de 1.500, reveló que horas antes de la carrera perdió la acreditación, tuvo que regresar al hotel y no pudo concentrarse, aunque no quiere esgrimirlo como excusa.
"Mucha tensión y así ha salido. Ha sido una experiencia positiva haber podido competir por primera vez en un Mundial y llegar a la final, aunque en esta no haya hecho un papel muy digno, pero bueno hay que estar para saber como moverme en la siguiente ocasión", declaró.
Ruiz no recuperó bien de la carrera anterior. "Me he visto más pesado. Por tradición tenía que haber estado delante pero yo no he podido, y si no que hubiese venido otro. Hoy no ha sido mi día y han surgido cosillas antes de la competición que me han desestabilizado un poco".
"Se me perdió la acreditación", relató, "y tuve que volver por ella al hotel. Hasta una hora antes de la carrera he estado moviéndome entre el estadio y el hotel. Me la encontró Sergio Sánchez, que me la trajo al estadio, luego no encontrábamos a Sergio y he estado desconcentrado. No lo quiero poner de excusa pero es una putada".
Ruiz cruzó la meta a 60 metros del vencedor, el etíope Deresse Mekonnen, que revalidó el título en 3:41.86. Tuvo que sortear un tropezón ya en la salida y corrió por dentro. Al frente tiraba el marroquí Abdalaati Iguider, pero el keniano Haron Keytani rompió la carrera al paso por el 500. Cuando Mekonnen atacó a tres vueltas del final, el español perdió contacto con el grupo y llegó claramente descolgado.
El burgalés, que pese a su corta experiencia internacional (sólo cuatro selecciones) es el subcampeón de Europa, cargaba con la responsabilidad de ser el número uno en la segunda potencia mundial (después de Kenia) por sus resultados históricos: cinco platas (José Luis González, José Manuel Abascal, Mateo Cañellas, Fermín Cacho y Reyes Estévez) y dos bronces (Andrés Díaz y Juan Carlos Higuero).
Con un físico ligero, Diego Ruiz ha logrado todos sus éxitos en las pistas cubiertas, de 200 metros de cuerda, curvas cerradas y rectas cortas en las que se mueve con soltura. Ha sido dos veces campeón de España y una subcampeón de Europa.
Al aire libre tiene una marca de 3:35.25, inexpresiva fuera de Europa, pero Diego se ha propuesto mejorarla. Este año ha dejado Soria, donde hasta el pasado otoño se entrenaba con Enrique Pascual, para trabajar en Burgos bajo la supervisión técnica de su novia, Patricia.