miércoles, 17 de marzo de 2010
SERGIO SE DA UN BAÑO DE ORO BLANCO
César F. Buitrón / León
El segundo mejor del mundo. Sergio Sánchez puede sacar pecho. La pista cubierta de Doha (Qatar) sirvió ayer para que el mejor deportista leonés del momento redondeara un invierno para enmarcar. No pudo lograr el oro, pero el pupilo de Raúl Lazo dio una lección de inteligencia y de templanza para acabar colgándose del cuello la plata que le supo como si hubiera sido de oro.
Arrodillado en la pista nada más cruzar la línea de llegada, Sergio Sánchez ni podía ni quería esconder sus sentimientos. Se le había escapado el oro, pero el leonés sabía que acababa de entrar en la historia del deporte leonés y español. Y lo había hecho a lo grande, en una carrera que fue un derroche de inteligencia. Escondido en los primeros compases de la prueba, a la expectativa en la parte central y dominando los tiempos al final de la prueba. Había muchas dudas sobre cómo sería la final de 3.000 m. Él mismo las tenía. Lo desvelaba su entrenador después de la prueba. Sergio quería una carrera frenética. Raúl Lazo lo tranquilizaba desde la distancia. Al final los hechos dieron la razón al joven técnico leonés. Sergio salió ‘tapado’, en el medio de un grupo que lanzaba uno de los aspirantes al oro, el keniata Choge Fueron dos primeros kilómetros casi clavados a 2:36 cada uno de ellos. Sergio no se dejó ver hasta el paso por los 1.200 metros. Entonces empezó a progresar, pero no estaba todavía en los lugares de cabeza cuando se desató el ataque que iba a definir el campeón del mundo. Tariku Bekele y Bernard Lagat demarraron con fuerza. A Sergio su ataque le pilló encerrado, sin poder salir tras ellos de inmediato y cuando pudo abrirse hasta la calle 2 los dos primeros estaban ya 30 metros por delante del resto.
En esos instantes un campeón debe mantener la cabeza fría. Y Sergio Sánchez demostró que ha progresado tanto como estratega como en su rendimiento físico. Supo progresar poco a poco, sin un cambio de ritmo que habría pagado al final y fue recortando su desventaja con los de cabeza para cazar a una vuelta del final al hermano de Kenenisa Bekele, aunque sin opciones reales de dar caza a Lagat, que demostró ser el mejor en la carrera de ayer.
La última vuelta fue para disfrutar. Lagat ‘navegaba’ un par de velocidades por encima del resto y tras él un Sergio Sánchez pletórico que tuvo 200 metros para disfrutar su medalla de plata porque cuando miró la pantalla del pabellón de Doha vio claro que ni Bekele ni el keniata Sammy Alex Mutahi que acababa de pillar al etíope tenían gasolina suficiente para acercarse a Sergio que festejó con rabia su éxito al cruzar la línea de llegada.
“Es el día más feliz de mi vida”, afirmaba una y otra vez Sergio Sánchez nada más cruzar la línea de llegada y lo repetía cuando el enviado especial de la Cadena Ser lo llevaba al programa Ser Deportivo de Radio León. Aguantando a duras penas las lágrimas que la emoción hacía asomar a los ojos del fino atleta gordonés que festejaba una plata que a él sabía a oro por la forma en que acababa de conseguir. “La carrera ha sido una locura, con muchos cambios de ritmo. Tariku Bekele ha cambiado de ritmo muy pronto, demasiado pronto. No lo esperaba en ese momento y por eso me ha pillado en fuera de juego, pero luego he sabido responder y he ido poco a poco hacia delante”, aseguraba.
Por suerte o desgracia, el deporte no para y lo que hoy es noticia, mañana es historia y hay que pensar ya en el próximo reto. Para Sergio el verano debe marcar su confirmación y los cinco kilómetros volverán a ser su gran reto. Su mejoría debe refrendarla con una marca cercana al récord de España, quizás convirtiéndose en el primer español que rompe la barrera de los 13 minutos en los 5.000 m. “Ahora voy a tomarme un descanso y luego ir a por el récord de España de 5.000 m”, señalaba el gordonés que daba las gracias a todos los que le han apoyado. Tengo que darle las gracias a la prensa de León, a los aficionados que me han apoyado día a día porque me han hecho sentir grande y sin ellos no lo habría podido conseguir”, remata el leonés pensando en el verano. Pero esa será otra historia. Ahora toca volver a casa y disfrutar con una plata que más bien es oro blanco, como él, el primero de los ‘mortales’ de los que no han nacido en el altiplano africano. El mejor del resto del mundo. El segundo mejor del universo. Ahí es nada.
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