lunes, 1 de marzo de 2010

Hay sólo 15 sedes posibles para los Juegos de invierno: Jacques Rogge


DPA

El calentamiento global amenaza a los Juegos Olímpicos de invierno, cuya dependencia del clima hace que sólo puedan ser organizados en 15 países, según el presidente del COI, Jacques Rogge.
Vancouver vivió el febrero más cálido en 114 años y eso afectó a la sede de Cypress Mountain, adonde hubo que transportar nieve en camiones y helicópteros. Los medios los calificaron como los "Juegos de primavera". En Sochi la tendencia es similar, pues la temperatura promedio es de 11 grados centígrados.
"El calentamiento global es algo que preocupa a todo el mundo. A largo plazo podría afectar a los Juegos de invierno", advirtió Rogge.
"Es un factor que tenemos que tener en cuenta al elaborar la preparación de los Juegos", alertó.
"Queremos y pedimos estadísticas. Estamos alerta, estamos haciendo una buena investigación", señaló Rogge.
Estampas blancas, frío y seguridad de nieve como en Lillehammer 1994 son difíciles de encontrar.
El hermano menor del olimpismo cada vez se hace más grande. Los Juegos de Vancouver 2010, que acabaron el domingo, batieron récord de atletas, 2.621, y de países, 82.
El COI (Comité Olímpico Internaciona) está decidido a seguir modernizando el programa. El objetivo es llegar más a la juventud, algo que se consigue más fácilmente en la cita invernal que en la de verano, donde hay demasiados intereses como para suprimir disciplinas.
Los Juegos de invierno se prestan a mayores novedades en busca del espectáculo que dan, sobre todo, el snowboard o el shorttrack. Hace años habría costado creer que el estadounidense Shaun White, rey del halfpipe, con tatuajes, pelo largo y paradigma de gran parte de la juventud urbana de hoy, fuera tan campeón olímpico como Michael Phelps.
El skicross fue novedad en Vancouver y resultó tan atractivo como se esperaba. El COI quiere seguir modernizando el programa y en Sochi 2014 piensa en una prueba de relevos mixtos en biatlón y en los saltos de esquí femeninos.
Al COI le ha convencido definitivamente la sede bipolar: una gran urbe como sede logística y con suficientes estadios y luego un centro de nieve en la montaña para los deportes al aire libre. Se esbozó en Salt Lake City, se confirmó en Turín y se refrendó en Vancouver.
A eso apuestan para ser sede de los Juegos de 2018 la alemana Múnich y la surcoreana Pyeongchang. Ambas tienen a su favor además que sus países son potencias de los deportes de invierno, por lo que el entusiasmo de la población parece seguro, como en Canadá.
A diferencia de los de verano, los Juegos de invierno no son tan universales, por lo que se limita el número de posibles sedes.
Quien salga perdedora entre Múnich y Pyeongchang será la favorita para 2022, donde España pretende presentar su candidatura, ya sea con Barcelona-Pirineos o con Zaragoza-Jaca. En su contra está el riesgo de que no haya toda la nieve necesaria y la falta de éxitos españoles.
Los Juegos de invierno del futuro están pendientes de si las estrellas de la NHL siguen participando en la cita. Su presencia redunda en la profesionalización de la cita.
"Aportan mucha calidad al torneo olímpico. Los Juegos son la mejor publicidad para la NHL", dijo el presidente del COI.
Las primeras conversaciones sobre el asunto con el jefe de la NHL, Gary Bettman, y el presidente de la Federación Internacional, Rene Fasel, ya tuvieron lugar.
En el marco de los Juegos de Vancouver, Bettman se mostró crítico y explicó que la Liga pierde mucho dinero por la pausa que imponen los Juegos.
Rogge contestó: "Los jugadores quieren estar aquí. Puedo entender los retos logísticos para la NHL, pero pueden ser solucionados".
Un deporte tan típicamente norteamericano y parcialmente europeo difícilmente tendrá nunca la publicidad de la que disfrutó con la final del domingo entre Canadá y Estados Unidos y lo que implicaba un partido así.
El ruso Alexander Ovechkin, uno de los mejores jugadores del mundo, ya ha anunciado que estará sí o sí en Sochi con su país.
En paralelo con el aumento de la profesionalización, el COI pretende aumentar los criterios de clasificación para que todo aquel que acuda a los Juegos esté realmente preparado. "A veces hay que proteger a los deportistas de sí mismos", dijo Rogge, apuntando a que en la muerte del georgiano Nodar Kumaritashvili en un accidente sin precedentes influyó también la poca experiencia del "luger".

"Queremos universalidad, pero no a cualquier precio", dijo Rogge, que aseguró que prestarán más atención aún a la seguridad.

No hay comentarios: