CARLOS ARRIBAS EL PAÍS.COM
César Pérez, detenido hace dos semanas en la Operación Skype contra el dopaje, debe comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado. Aparte de al exentrenador de Marta Domínguez, también imputado en la Operación Galgo, esta medida de control se la ha impuesto, según fuentes judiciales, el juzgado número 3 de L’Hospitalet de Llobregat, que instruye el procedimiento, a otros cuatro detenidos en la misma operación: Abdallah Younès, presunto colaborador en la distribución de sustancias; Pedro Antonio López, propietario de una tienda de nutrición deportiva en Cerdanyola del Vallès; Carlos Ibáñez, exciclista colombiano residente en Fuenlabrada, y Francisco Pérez, presunto traficante a pequeña escala de productos dopantes y residente en Getafe.
El médico español de origen colombiano, Alberto Beltrán, presunto cabecilla de la trama de dopaje, permanece en prisión después de ser detenido el 5 de marzo en el aeropuerto de Barajas camino de Bogotá, con diversos productos dopantes en la maleta.
Según fuentes policiales, César Pérez, que actualmente se dedica a preparar a aspirantes a bomberos para las duras pruebas físicas, mantuvo al menos dos reuniones con Alberto Beltrán y Carlos Ibáñez, considerado su mano derecha y encargado de tratar con los clientes de la trama, que negociaba fundamentalmente con EPO, anabolizantes y hormona del crecimiento. Los productos intervenidos a Beltrán en Barajas, AICAR y TB-500, considerados dopaje de última generación e indetectables en los laboratorios de control, no pasaban por las manos del resto de los componentes de la trama. Eran asunto privado del doctor, que trabajaba en Bahréin en una cuadra de purasangres.
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