MARTA DESPEJA SU FUTURO

FERNANDO CABALLERO

Desde que el 9 de diciembre del año pasado estallara de forma espectacular la operación Galgo, con la sorpresiva implicación de la atleta palentina Marta Domínguez Azpeleta, en un presunto delito de tráfico de sustancias dopantes, la instrucción del sumario ha caminado paulatinamente a favor de la corredora. El pasado verano fue exculpada de casi todos los cargos que la inculpaban, exculpación que se inició meses antes con otras causas de las que quedó libre.
Comenzó entonces la rehabilitación de la mejor atleta española de todos lo tiempos. Muchos palentinos creyeron en ella; para otros, la actuación de la Guardia Civil promovida por la magistrada titular del Juzgado de Intrucción número 24 de Madrid, Mercedes Pérez Barrios, sembró dudas sobre la honorabilidad y profesionalidad de esta deportista. Ahora, después de exonerada, pocos palentinos mantienen esa sombra de duda. Marta puede pasearse ya por Palencia con el honor alto y con el convencimiento de que su carrera deportiva se mantiene intacta de premios y también de honores ganados con inteligencia, tenacidad y esfuerzo.
La situación judicial de Marta Domínguez ha avanzado todavía más a su favor al conocerse la semana pasada que la misma juez que dictó la entrada y el registro de su domicilio ha ordenado investigar a los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en él. La sospecha de que pudieran haber manipulado pruebas da al caso un nuevo y definitivo giro en beneficio de la atleta.
La diputada del PP Celinda Sánchez ya preguntó en mayo por la detención, y ahora nuevas voces se unen para pedir explicaciones. Es el caso de la propia portavoz popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, que ha exigido al actual ministro del Interior, Antonio Camacho, y a su predecesor y candidato del PSOE a la Presidencuia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que den explicaciones. No es para menos. Marta Domínguez tiene derecho a conocer la verdad de lo que ocurrió aquel 9 de diciembre