miércoles, 27 de marzo de 2019

EL NUEVO ESTADIO DE VALLEHERMOSO SE INAUGURARÁ EN JUNIO


BEGOÑA FLEITAS Y TOMÁS CAMPOS
Marca.com

El corazón de Madrid late de nuevo atletismo. Lo hace en el barrio de Chamberí, en la misma superficie en la que se ubicaba el antiguo estadio de Vallehermoso, aquel legendario recinto que se convirtió en referencia del atletismo nacional durante 47 años y vivió tardes históricas, como la primera derrota de Edwin Moses en los 400 metros vallas en 9 años, 9 meses y 9 días a manos de Danny Harris (1987) o el récord del mundo de pértiga de Yelena Isinbayeva (4.95 en 2005). En esos 3.800 metros cuadrados construidos, y en poco más de dos meses, Madrid volverá a respirar atletismo en su vertiente más transversal, desde las categorías inferiores hasta los grandes campeones nacionales e internacionales.
En junio terminará un periodo de casi 12 años en los que Madrid ha carecido de un recinto atlético al aire libre que pudiera albergar grandes competiciones de élite. En 2007 se derribó el estadio para encarar una faraónica remodelación presupuestada en 100 millones de euros -que incluía dos torres de 14 pisos, así como varios aparcamientos- que fue frenada por la crisis económica y la propia ambición del proyecto. "Once años sin tener un estadio de atletismo en Madrid causa un poco de sonrojo", asegura Javier Odriozola, director general de deportes del Ayuntamiento de Madrid. "Veías el agujero que había en pleno centro de la ciudad y se te caía el alma a los pies, así que esta obra es un motivo de inmensa satisfacción para el Ayuntamiento".
Desde el consistorio madrileño se retomó el proyecto en 2015, dirigido por el arquitecto Alfonso Cano -antiguo pertiguista-, y las obras comenzaron en abril del pasado año. Con un presupuesto de 15,5 millones de euros -tanto para la estructura como para toda la equipación del recinto-, el nuevo estadio de Vallehermoso contará con un aforo para 10.000 espectadores y una pista verde lima de 8 calles, así como una zona de entrenamiento cubierta (75 x 12 metros), que será una de las principales señas de identidad del estadio, tanto por su ubicación sobre las gradas como por su peculiar arquitectura. "Nunca he visto una pista de calentamiento así", explica Odriozola. "Vallehermoso está ligeramente hundido, así que no se podía poner esa pista debajo de las gradas, que es donde suelen estar. Esta fantástica idea de Alfonso Cano es la necesidad hecha virtud. La parte baja de esa pista será acristalada, por lo que los atletas podrán seguir la competición mientras calientan. Y ese módulo servirá además para entrenar en invierno, incluso la pértiga, porque tiene altura suficiente".
La primera gran competición que albergará Vallehermoso será el Meeting de Madrid, el próximo 6 de julio. Antes, el Ayuntamiento baraja realizar un homenaje a los atletas con licencia por Madrid que batieron algún récord nacional en Vallehermoso. "Son 24 atletas, 12 hombres y 12 mujeres -aunque tres de ellos ya han fallecido-, entre los que se encuentran nombres como Sagrario Aguado, Isabel Mo-zún, Manuel Carballo...", recuerda Odriozola.Gestión MunicipalCon la recuperación de Vallehermoso, regresará a Madrid el mejor atletismo, ése que dejó tardes de gloria en el recuerdo de los grandes aficionados. "Siempre fue el estadio más emblemático de España y el nuevo debe tomar el relevo", asegura Odriozola. "Recuerdo la histórica derrota de Edwin Moses y el récord mundial de pértiga de Isinbayeva. En el plano personal no olvido mi primera carrera en la pista de ceniza, en enero de 1967, con 14 añitos. Corrí 1.000 metros en una competición escolar".
La gestión del recinto será municipal y estará abierta a todas las personas y categorías, más allá de la élite. "Pienso en los chavales que van a poder disfrutar de la instalación. Volver a tener un estadio de referencia en Madrid era muy importante", destaca Raúl Chapado, presidente de la RFEA. "Mi primer campeonato de España escolar fue en Vallehermoso. Yo jugaba al baloncesto y no entrenaba el triple así que competir aquí, viniendo de una ciudad (Ávila) en la que no había ni pista, era como estar en los Juegos".

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