JUANMA BELLÓN
AS.com
-El atletismo
español viene de los Europeos de Glasgow con seis podios, terceros en el
medallero y un estado de euforia colectiva. ¿Cómo lo ve?
-Nos hemos
consolidado a nivel europeo por participación, por número de medallas y por
puntuación en la tabla de puestos (cuartos). Hay que reseñar cómo compite este
equipo y la actitud ganadora. Los atletas españoles tienen alma. Cuando nos
ven, saben que no nos vamos a rendir y eso hace que el aficionado se siente
ante la tele y se emocione. Empezamos a ver que el atletismo está conectando
con el público y las escuelas cada vez tienen más niños. Las audiencias cada
vez son mayores, se llenan competiciones...
-Estos
Europeos dejan una sensación de que hay futuro, con Peleteiro, Ureña, de
Arriba, Husillos, Gómez, el 4x400. La media de medallistas no pasa de 24 años.
-Fermín Cacho
con 23 fue campeón olímpico, Yago Lamela explotó con 21, así que eso ya ha
sucedido otras veces. Siempre hemos tenido talento joven con capacidad
competitiva. Pero probablemente lo que no hemos visto nunca es tanta variedad
en las posibilidades que tenemos en tantos sectores: vallas, saltos,
combinadas, mediofondo, velocidad relevos... ¡Y eso que en este campeonato no
había marcha! Que ahí tenemos cuatro medallas europeas al aire libre con una
generación portentosa. Y también se ha desarrollado mucho el ámbito femenino.
Está Ana Peleteiro como líder, y vienen María Vicente, Jaël Bestué, Salma
Paralluelo... Una generación ilusionante, pero hay que dejarla trabajar.
-Defina a los
medallistas, comenzamos por el oro de Ureña en heptatlón.
-Admiro a
Jorge y también a su padre José Antonio, que ama tanto las combinadas como
Jorge. Es un tándem familiar de éxito. No lo tuvo fácil Ureña en Glasgow, vivió
una situación crítica en el peso y su victoria tuvo una sensación de triunfo
pleno porque al final ganó los 1.000 metros.
-Y Ana
Peleteiro con su salto de 14,73 fue el gran boom.
-Es un talento,
casi nacida para saltar triple. Con 16 años ya ganó a chicas de 19 en unos
Mundiales. Ha tenido un camino dificultoso hasta que ha encontrado su identidad
con el grupo de Iván Pedroso. Ya no es sólo una saltadora tremenda, sino que
maneja la competición y sabe cuándo dar un mazazo. En Glasgow con su tercer
salto rompió la competición. Esta en disposición de luchar con las mejores del
mundo.
-Álvaro de
Arriba, oro en 800, y Jesús Gómez, bronce en 1.500, revitalizaron el
mediofondo.
Ambos tienen
perfiles parecidos, son dos atletas muy controladores, de movimientos suaves...
cada uno en su ámbito. Álvaro ha entendido el ritmo de su prueba y fue una
delicia verle ganar con esa solvencia. Gómez debutaba en un gran campeonato y
corrió donde tenía, que estar con dos gallos mundiales como Ingebrigtsen y
Lewandowski. Vienen talentos como Mariano García, cuarto en 800, un nuevo
descubrimiento para una prueba como Saúl Ordóñez (se lesionó en 1.500),
Andújar, Valladares... En España cuando ha habido competitividad interna en
mediofondo los resultados han ido bien.
-Nos queda
Óscar Husillos, plata en 400 y el relevo 4x400, también plata.
-De Óscar
sólo quería que volviera a sonreír tras el mazazo de Birmingham 2018 cuando lo
descalificaron. En Glasgow se quitó una mochila de 15 kilos y lo volvimos a ver
valiente, atrevido, corriendo a ritmos infernales... Verlo batir el récord de
España es una noticia. Y el 4x400 es más de lo mismo, desde que fueron quintos
en Londres, terceros europeos al aire libre en Berlín. A Glasgow llegaron sin
dos pilares como Hortelano y Samu García, pero en este equipo el que entra se
embebe del espíritu competitivo, un equipo muy trabajado. Y Bernat Erta, de 18
años, puso contra las cuerdas a Kevin Borlée, un maestro de esta prueba.
-Peleteiro se
entrena en Guadalajara; Husillos, en Palencia; De Arriba, en Salamanca; Ureña,
en Onil; Gómez en Burgos... ¿Hay descentralización?
-El atletismo
es talento y donde hay un buen entrenador pueden salir buenos atletas y en
España hay grandes técnicos, que saben identificar el talento. Nosotros tenemos
que hacer que se formen.
-¿Qué ha
cambiado entonces de esa sensación algo decadente a este optimismo?
-No es mérito
tanto de la Federación como de los atletas, pero nosotros lo que tenemos es un
plan estratégico, escrito. Dejamos claro lo que es el desarrollo del atletismo
y la competición y la importancia del equipo nacional. Es una filosofía que
hemos visto en Australia, Canadá, Italia y la hemos adaptado a nuestra
realidad.
-¿Le preocupa
Orlando Ortega, cuarto en vallas y sobre todo esa tristeza de decir que quería
alejarse del atletismo?
-Si todos
hablamos de una opción clara era él, pero me parece un accidente. Tiene que
saber que es nuestro comandante jefe y que le arroparemos. A él lo que le gusta
es correr vallas y el equipo nacional.
-Luego vienen
Mundiales al aire libre en Doha, en 2020 Mundiales bajo techo y Juegos.
-Hay que se
realistas, es un ciclo más complicado. Nuestras opciones de finales y podio
estarán más reducidas. Dentro de eso lucharemos al mejor resultado posible. De
Glasgow a Doha, el relevo es solvente, el 800 también y Peleteiro ya es de las
mejores del mundo, igual que Orlando, los marchadores, Bruno será competitivo
sí o sí.
-¿Siente que
ese lema de ‘Pasión por competir’ cala?
-No hemos
transformado el atletismo en dos años, intentamos favorecer que el ecosistema
sea mejor y trabajamos mucho la atmósfera del compromiso del equipo nacional.
Ese lema no es un falso argumento, todo esta pensado para que las ayudas se
consiga en alto rendimiento con la Selección.
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