miércoles, 27 de marzo de 2019

MARÍA PÉREZ: "SOY TAURO, CUANDO TENGO UN OBJETIVO, VOY A POR ÉL"


JUANMA BELLÓN
AS.com

María Pérez (Orce, 22 años) es la primera deportista que obtiene la mínima para los Juegos de Tokio 2020 en atletismo. La logró al proclamarse campeona de España de 20 kilómetros marcha el domingo pasado en Marina d’Or (Castellón), donde marcó 1h 30:55. El día de antes, había recibido el premio a mejor atleta española del año por su título de campeona de Europa logrado en Berlín 2018. “A ver si siguen las cosas así, por ahora todo va genial. Haber empezado ya con la mínima sin entrenamientos específicos es un lujo”, cuenta la granadina, que logró el billete para unos Juegos en el que las marcas requeridas han sido más duras que nunca.
Pérez reconoce que aquel oro de Berlín le ha dado “más confianza”: “Todos los atletas que tienen un buen resultados ganan en seguridad y la suerte es que la puedes trabajar. Pienso que estoy bien, tengo la suerte de saber leer las carreras, pero creo que hay muchos aspectos que se pueden trabajar con psicólogos, yo he empezado con Patricia Ramírez”. Porque María es una profesional pura, que tiene muy claro que la competición es lo primero: “Los deportistas tenemos que estar a lo nuestro, Usain Bolt antes de un gran evento no se distraería”.
De Orce, un pueblo de 1.200 habitantes, se ha formado en Guadix junto al técnico Jacinto Garzón, exmarchador y maestro en un colegio en Charches (Granada). “Es un entrenador que hace crecer a los atletas, yo tengo mi equipo completo con técnico, fisiólogo, médico, psicóloga, mánager… con los que también me puedo tomar algo por ahí. Muchos de ellos comenzaron desde que era pequeña a ayudarme. Al final somos una empresa y si las piezas funcionan bien, pues todo va mejor”.
Con 22 años, ya es campeona de Europa, un resultado inesperado: “En la marcha se suele sacar el máximo rendimiento con 24 y 25, es una disciplina dura en la que la que el cuerpo se tiene que hacer. Pero a mí nadie me lo ha regalado, me lo he trabajado día a día”. Porque María es dura de cabeza, cree en el horóscopo. “Soy Tauro y muy cabezona. Cuando algo se me pone entre ceja y ceja lo intento conseguir”. ¿Un ídolo? “En mi mente aparece la medalla de Miguel Ángel López, cuando fue campeón de Europa en Zúrich o el bronce de María Vasco en Sydney 2000”. Ella ya empieza a ser conocida cuando marcha por Granada, Orce y Guadix.
 “La marcha tiene espectáculo, son distancias largas pero disputadas y bonitas”, cuenta María, caminante de vocación en una disciplina en la que se baraja la introducción del 10 km, la mantención o desaparición del 20 y el 50, meter un 30 y un 35. Y más allá de la distancia, la implantación de una plantilla: “Considero que se reducirían mucho los ritmos, toda la informática debe probarse antes bien para no desvirtuar”.
El 29 de septiembre a las 23:30 en la bahía de Corniche en Doha (Qatar) tiene una cita con los Mundiales. “Las condiciones van a ser muy duras, sobre todo más por la humedad que el calor. Es algo que no se parece a otra cosa, respiras arena que es desierto. Habrá que adaptarse y hacer sesiones de noche para simular”, sigue Pérez, que baraja en agosto entrenarse en Sevilla o el Cabo de Gata. En cuanto a rivales, ese oro de Berlín le ha hecho ir “sin miedo”: “Nunca he tenido, doy la cara cuando tengo que darla, si sale bien o mal pues ya está. A veces me equivoco. Tengo más inquietud en cómo responderá mi cuerpo a esas temperaturas que enfrentarme a las rivales. Si ellas lo consiguen, pues yo también podré. Tengo un entrenador como Jacinto que planifica perfecto. Si es que España es una potencia de la marcha”.

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