viernes, 8 de marzo de 2019

UREÑA: "ME GUSTA QUE ME COMPAREN CON UN SÚPER HÉROE"


JUANMA BELLÓN
AS.com

Jorge Ureña tiene para este domingo un billete de avión a la Riviera Maya. "Me voy a pegar unas buenas vacaciones", sonríe. Justo una semana antes estaba en Glasgow, donde se colgó la medalla de oro europea bajo techo de heptatlón, la que trae en el bolsillo en su visita a As. "Llegaba con presión, quería comenzar fuerte y arranqué mal. La longitud no me fue bien, hice dos nulos en peso y, en el tercero, me liberé... marca personal (14,68). El mejor momento fue el 60 vallas", explica el combinero, que remató con victoria en el 1.000: "Corrí atrás y adelanté. A lo mediofondista".
Ureña representa a la perfección el biotipo del nuevo atletismo español que ganó seis medallas en Escocia: joven (25 años), multidisciplinar (hace siete pruebas) y descentralizado (es de Onil, 7.500 habitantes). "Salimos gente sin tener que ir a un CAR. Mi pueblo que no me lo toquen, porque, además de entrenar, en la vida hay muchas horas y siempre necesitas evadirte un poco. Me gusta estar con amigos, con la novia, en la orquesta...", relata Ureña, quien aparte de dedicarse a múltiples competiciones, toca diversos instrumentos en la banda local: "Hago percusión: toco bombo, platillos, tambor, timbales...".
A Ureña le prepara su padre José Antonio, combinero que aún compite en veteranos: "Él tiene todavía los récords de la casa en 1.000 y 1.500", se ríe Jorge: "No, en serio, nos entendemos bien y si hay algún problema mi madre está por medio y es la que pone paz. Mi referente es Bryan Clay, un estadounidense bajito como yo, y, más cerca, mi padre, que idolatraba a Daley Thompson". Ureña aspira a convertirse en Superman, como ellos: "Que te comparen con un superhéroe me gusta".
Plusmarquista bajo techo de heptatlón (6.249 puntos), el objetivo de Ureña es "ser también un buen decatleta al aire libre". "Quiero estar cómodo en decatlón. Se me hace largo, estoy llegando a una madurez para salvar los puntos débiles", sigue él, que reconoce que tiene su kriptonita en el disco: "A veces se me escapa". Sus puntos fuertes son la longitud y la velocidad, con vallas mejor. Es un combinero poco usual, rápido y no tan alto como sus rivales: "Mido 1,79, lo bueno es que soy coordinado y asimilo mejor elementos técnicos".
Este 2019 la gran cita son los Mundiales de Doha (del 27 septiembre al 6 de octubre), en los que Ureña quiere ser de los ocho primeros. Se fija en los 8.526 puntos que tiene como récord de España Javier Benet. Acredita 8.126, pero espera crecer: "En combinadas arañas un poco de un salto, de un lanzamiento, de carreras... Se trata de trabajar lo que peor llevas".
En el horizonte aparece Tokio 2020. "Cuando vas a unos Juegos sales a por todas. Si se puede, pelear por las medallas. La plata de Peñalver está casi imposible, pero hay que currárselo, darlo todo. En Río el bronce quedó en 8.666 puntos. No voy a renunciar a nada", continúa Ureña, contemporáneo al plusmarquista mundial, Kevin Mayer. Ahora toca Riviera Maya, donde será Clark Kent, y después regresará a Onil para, como en Glasgow, ser de nuevo Superman.
Ureña, que ya fue plata en Belgrado 2017, fue uno de los tres oros de España, que sacó seis medallas de los Europeos bajo techo de Glasgow. "A ver si esto va a más, somos una generación joven, con casi todos nacidos después del 90. Ha cambiado esa ambición, las ganas de querer darlo todo", dice Ureña, combinero como María Vicente: "Parece que estamos de moda".

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