JUANMA BELLÓN
AS.com
Jorge Ureña
tiene para este domingo un billete de avión a la Riviera Maya. "Me voy a
pegar unas buenas vacaciones", sonríe. Justo una semana antes estaba en
Glasgow, donde se colgó la medalla de oro europea bajo techo de heptatlón, la
que trae en el bolsillo en su visita a As. "Llegaba con presión, quería
comenzar fuerte y arranqué mal. La longitud no me fue bien, hice dos nulos en
peso y, en el tercero, me liberé... marca personal (14,68). El mejor momento
fue el 60 vallas", explica el combinero, que remató con victoria en el
1.000: "Corrí atrás y adelanté. A lo mediofondista".
Ureña
representa a la perfección el biotipo del nuevo atletismo español que ganó seis
medallas en Escocia: joven (25 años), multidisciplinar (hace siete pruebas) y
descentralizado (es de Onil, 7.500 habitantes). "Salimos gente sin tener
que ir a un CAR. Mi pueblo que no me lo toquen, porque, además de entrenar, en
la vida hay muchas horas y siempre necesitas evadirte un poco. Me gusta estar
con amigos, con la novia, en la orquesta...", relata Ureña, quien aparte
de dedicarse a múltiples competiciones, toca diversos instrumentos en la banda
local: "Hago percusión: toco bombo, platillos, tambor, timbales...".
A Ureña le
prepara su padre José Antonio, combinero que aún compite en veteranos: "Él
tiene todavía los récords de la casa en 1.000 y 1.500", se ríe Jorge:
"No, en serio, nos entendemos bien y si hay algún problema mi madre está
por medio y es la que pone paz. Mi referente es Bryan Clay, un estadounidense
bajito como yo, y, más cerca, mi padre, que idolatraba a Daley Thompson".
Ureña aspira a convertirse en Superman, como ellos: "Que te comparen con
un superhéroe me gusta".
Plusmarquista
bajo techo de heptatlón (6.249 puntos), el objetivo de Ureña es "ser
también un buen decatleta al aire libre". "Quiero estar cómodo en
decatlón. Se me hace largo, estoy llegando a una madurez para salvar los puntos
débiles", sigue él, que reconoce que tiene su kriptonita en el disco:
"A veces se me escapa". Sus puntos fuertes son la longitud y la
velocidad, con vallas mejor. Es un combinero poco usual, rápido y no tan alto
como sus rivales: "Mido 1,79, lo bueno es que soy coordinado y asimilo
mejor elementos técnicos".
Este 2019 la
gran cita son los Mundiales de Doha (del 27 septiembre al 6 de octubre), en los
que Ureña quiere ser de los ocho primeros. Se fija en los 8.526 puntos que
tiene como récord de España Javier Benet. Acredita 8.126, pero espera crecer:
"En combinadas arañas un poco de un salto, de un lanzamiento, de
carreras... Se trata de trabajar lo que peor llevas".
En el
horizonte aparece Tokio 2020. "Cuando vas a unos Juegos sales a por todas.
Si se puede, pelear por las medallas. La plata de Peñalver está casi imposible,
pero hay que currárselo, darlo todo. En Río el bronce quedó en 8.666 puntos. No
voy a renunciar a nada", continúa Ureña, contemporáneo al plusmarquista
mundial, Kevin Mayer. Ahora toca Riviera Maya, donde será Clark Kent, y después
regresará a Onil para, como en Glasgow, ser de nuevo Superman.
Ureña, que ya
fue plata en Belgrado 2017, fue uno de los tres oros de España, que sacó seis
medallas de los Europeos bajo techo de Glasgow. "A ver si esto va a más,
somos una generación joven, con casi todos nacidos después del 90. Ha cambiado
esa ambición, las ganas de querer darlo todo", dice Ureña, combinero como
María Vicente: "Parece que estamos de moda".
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