La
Federación Internacional de Atletismo (IAAF) ha sufrido uno de los reveses más
duros en el caso Semenya y en su intento de imponer una norma para limitar los
niveles de testosterona en las atletas de 400 a la milla, las distancias que
corre la sudafricana. Según revela la BBC, la ONU (Naciones Unidas) ha
considerado que clasificar a las mujeres por sus niveles de testosterona
“contraviene los derechos humanos internacionales, es un plan innecesario,
humillante e hiriente”.
En
la actualidad, la sudafricana y la IAAF están en el Tribunal de Arbitraje
Deportivo (TAS) después de que la campeona olímpica de 800 recurriera esta
norma que se pretendía implantar en noviembre. El TAS dijo que daría un
veredicto antes del 26 de marzo, pero lo ha retrasado debido a “nuevas pruebas”
y “la complejidad del caso”.
La
ONU, cuyo Consejo de Derechos Humanos se encuentra reunido, anunció el deseo de
que los órganos de gobierno “se abstenga de desarrollar y hacer cumplir
políticas, que obliguen coaccionen o presionen a mujeres y niñas atletas y las
hagan someterse a procedimientos médicos innecesarios, hirientes y dañinos”.
La
IAAF emitió en la BBC un comunicado de respuesta a la ONU: “El autor del
comunicado no está al tanto de algunos detalles, ni de lo presentado recientemente
en el TAS. La base común es que creemos que debe haber una competición femenina
justa y que esa categoría debe ser protegida, porque sino algunas atletas no
verán el camino del éxito”.
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