TOMÁS
CAMPOS
Marca.com
La
corona se mira pero no se toca. El etíope Muktar Edris, el hombre que heló la
sonrisa a Mo Farah dos años atrás en el Mundial de Londres, retuvo el título
mundial de los 5.000 metros tras imponerse en una apasionante final repleta de
giros escénicos que se resolvió en las dos últimas vueltas.Edris, con un tiempo
de 12:58.85, se impuso en la recta de llegada a su compatriota Selemon Barega
(12:59.70), con el canadiense Mohammed Ahmed cerrando el podio (13:01.11).
Sin
embargo, la noticia estaba unos metros más atrás, con el noruego Jakob
Ingebrigtsen, doble campeón de Europa de 1.500 y 5.000 metros en Berlín 2018,
agonizando en un mortecino sprint que acabó con su espigada figura
desplomándose sobre la misma línea de meta.
Ingebrigtsen
se había puesto en cabeza a falta de 400 metros pero acabó sin gasolina ante el
empuje de la dupla etíope, que le pasó como una exhalación a falta de 200
metros. Finalmente fue quinto con 13:02.93, por detrás del otro etíope presente
en la final, Telahun Haile Bekele (13:02.29).La debacle del clan Ingebrigtsen
fue total, con Filip retirándose a falta de 500 metros y Henrik en el puesto
trece a más de medio minuto del ganador (13:36.25).Edris es el tercer atleta
que logra retener la corona del 5.000 tras el keniano Ismael Kirui (Stuttgart
1993 y Goteborg 1995) y Mo Farah, ganador en Daegu 2011, Moscú 2013 y Pekín
2015.Etiopía, por cierto, logró el primer doblete de su historia. Ya en 1993
subió a dos atletas al podio pero entonces fueron plata y bronce. Kenia en
cambio se queda sin metal alguno por segundo mundial consecutivo.
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