JUANMA BELLÓN
AS.com
Orlando
Ortega se presenta en Doha como firme candidato a medalla. Ganó este verano 12
carreras de 14, todo después del gran giro de vida. Los Europeos de Glasgow, en
los que fue cuarto y mostró un estado bajo de moral. “Aquello ya no existe”,
explica Ortega, que después de aquello hizo las maletas desde Valencia y puso
rumbo a Chipre, donde comenzó a entrenarse con el griego Antonis Giannoulakis:
“Ha sido una oportunidad en mi vida estar allí, estoy en un grupo de trabajo
que me exige mucho como atleta y es lo que necesitaba en los entrenamientos y a
la hora de competir. Tener esa exigencia”.
Ortega
ha aprendido hasta algunas palabras de griego para comunicarse con su nuevo
técnico, que no habla demasiado inglés. “Hacemos ejercicios técnicos que no
había hecho antes, pero lo que más me mejoró fue la cabeza, estoy tranquilo y
con mucha confianza. Tengo energía y muchas ganas”, sigue Orlando, que pelea en
las series con el chipriota Milan Trajkovic, el campeón europeo bajo techo: “Me
gusta la vida en Chipre, es tranquila, la gente te saluda, te dice: ‘¡Buenos
días!’ ¡Buenas noches!’ Está muy bien. Además, me aplico con el griego, debería
haberme puesto antes con los idiomas porque es algo que se me da bien y me
encanta”.
Y
esa calma chipriota, sin renunciar en ocasiones en ir a Valencia donde tiene
hasta una casa, le ha llevado a sacar una de sus mejores versiones (“la mejor
fue la de plata olímpica”) en este 2019 que ha batido al menos alguna vez a sus
futuribles rivales: Shubenkov, McLeod, Roberts, Holloway… “No sé de mis
rivales, ni me preocupan. Lo que sé es que darán todo en la final”.
La
prestigiosa revista Track and Field News hace todos los años unas valoraciones
sobre futuro y a él le dan candidato al oro, pero Orlando no hace caso: “No
creo mucho en los resultados, en los rankings. En una competición de 110 vallas
puede pasar cualquier cosa. Cualquier choque con la valla. O un mínimo error te
deja fuera de combate”. Él es uno de los atletas más finos y seguros del mundo,
pero especifica: “Una cosa son las reuniones y otros los campeonatos”.
Ortega
corrió este año en 13.05 su carrera más rápida, tercero del ranking mundial, un
registro que bien podría suponer el oro y a una centésima de su récord de
España, aunque no de su mejor marca personal (12.94), que le sitúa en el club
de esos vallistas que rompieron la frontera del 13.00.
Hoy,
Orlando, de 28 años, está situado en la quinta serie clasificatoria, a las
19:37, con la mejor marca y comparte carrera con el francés Belocian y el
jamaicano Levy. Dos huesos, pero pasan cuatro directos a semifinales y cuatro
tiempos. El miércoles será el día clave: semifinal y final. Pero cuidado...
Vallas son vallas.
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