viernes, 11 de septiembre de 2009
Sin pudor con Semenya
LALI CAMBRA
"Sólo puedo pedir que aquellos con autoridad traten ahora este tema con delicadeza y sin aspavientos", decía John Maitham, comentarista de la emisora CapeTalk, después de recoger la información: la prensa australiana asegura tener los resultados de las pruebas practicadas a Caster Semenya, la atleta surafricana que se hizo con el oro en 800 metros en los Campeonatos del Mundo de Berlín y cuya holgada victoria y complexión física hizo que se cuestionara que fuera mujer. De acuerdo con el australiano The Daily Telegraph, las pruebas de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) concluyen que la chica, de dieciocho años, carece de útero y que en vez de ovarios tiene testículos internos, de ahí una producción mayor de testosterona y una ventaja sobre el resto de atletas.
Los medios surafricanos han dado credibilidad a la noticia y en la calle la gente se muestra muy dolida por este tipo de filtración que achaca a la IAAF. Si el gobierno tachaba de racista a la federación tras los primeros rumores que ponían en duda el sexo de la atleta, ahora los compatriotas de la "chica de oro" no entienden la falta de pudor con la joven de 18 años.
Brutal, The Daily Telegraph titula en su portada: "Exclusiva mundial: Caster Semenya es hermafrodita". Una bomba en Suráfrica, donde la atleta fue recibida como héroe nacional y donde se la bautizó como "nuestra chica", un eslogan coreado al igual por autoridades y seguidores. Cape Talk no fue la primera ni la última en hacerse eco de la noticia, -salvando excepciones, la televisión pública entre ellas-. Periódicos, agencias, radios y la cadena privada de televisión, todos recogieron la información australiana, al igual que medios internacionales. "Espero que alguien la informe como es debido de esta noticia y que no se entere por la radio o por los periódicos" añadía Maitham, mientras desde las páginas online de uno de los periódicos de más tirada en el país, The Times, los columnistas se hacían eco de la gravedad de transgredir la confidencialidad médica y demandaban tacto para con la atleta, que a día de ayer y antes de que se diera a conocer la noticia tenía previsto participar el próximo sábado en una carrera de cuatro kilómetros en Pretoria. En un reciente reportaje de la revista surafricana YOU, en la que Semenya aparece vestida con trajes largos, bisutería y maquillada, se manifiesta tranquila, "Dios me hizo como soy, me acepto y estoy orgullosa de mí misma. No quiero hablar de las pruebas. Ni pienso en ello".
El diario australiano cita a "una fuente cercana a la investigación de la IAAF" y avanza que el organismo está dispuesto a vetar a la corredora en futuras carreras y baraja despojarla del título. De acuerdo con la mencionada fuente, aconsejarían a la joven cirugía inmediata porque su salud peligra. Las noticias sobre la atleta no han dejado de sucederse en el país desde que brotara la polémica en Berlín. Uno de sus entrenadores dimitía esta semana, asegurando que la corredora había pasado tests en Suráfrica que ella desconocía eran para determinar su sexo. Si es así, ¿cómo se permitió que viajara a Berlín?, ¿cómo se la dejó participar por la IAAF?, se preguntan los surafricanos que, de ser cierta la información australiana, demandarán más de una cabeza. Hoy mismo los diarios locales publicaban que la IAAF intentaba una reunión con la deportista pero que la Asociación de Atletismo de Suráfrica (ASA) no facilitaba el encuentro. Pretendían dar a conocer los resultados a Semenya primero y debatir su situación.
Parece que han llegado tarde. A falta de pudor, delicadeza.
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