Francisco Rabadán
Es una leyenda del deporte con tan sólo 23 años. Este jamaicano, recordman de 100 y 200 metros libres, se toma la vida con alegría. Se ríe antes de batir las mejores marcas de la historia del atletismo e incluso en la pista se permite el lujo de mirar a sus compañeros y hacer aspavientos. LA GACETA estuvo con él.
Le encantan los shows, pese a que ha rechazado en infinidad de ocasiones abandonar su país natal. Las ofertas millonarias de Estados Unidos y su fabricante estrella Nike no le deslumbran.
¿Ha tardado esta mañana más de 9,58 segundos en levantarse?
(Risas) Sí, más bien ha sido una carrera de 200 metros lenta.
¿Cuánto son 200 metros lentos para usted?
Casi 20 segundos.
¿Sabe que sólo tres atletas han bajado de ese registro en la historia?
¿Acaso importa mucho?
Dígame, ¿por qué eligió el atletismo?
Porque de joven lo hacía muy bien. Era muy rápido y potente, aunque también era de los primeros de clase en críquet y fútbol. Me acuerdo de que me parecía jugando a Lass Diarra en el centro del campo. Era un muro.
Imagino que después de tantos actos, se habrá hecho fan del Real Madrid...
Sí, por dos motivos esenciales. Mi ídolo es Ruud Van Nistelrooy, no hay nadie mejor que él en el área, y además porque está mi amigo Cristiano Ronaldo, que se ha portado muy bien conmigo en Madrid. Me ha llevado a cenar con su familia y encima me ha llevado a conocer Madrid. Las chicas son muy guapas (risas) y el cochinillo ha sido mi plato favorito. Volveré en cuanto tenga un rato libre, seguro.
Si se echara una carrera con su amigo Cristiano, ¿cree qué le ganaría?
Claro que sí. Soy el hombre más rápido del mundo y lo batiría fácilmente.
¿Y con balón también?
Sí, el fútbol se me da bien. Sé darle patadas a una bola. Tengo una zurda respetable. Definitivamente, le ganaría sobrado.
¿Jugaría en el Bernabéu un partido?
Me lo tendría que pensar. Nunca me he puesto nervioso en mi vida en un evento deportivo, pero el día del partido contra el Deportivo me puse atacado en el saque de honor y luego pedí a Emilio Butragueño volver a bajar para dar unos toques en el estadio y ver después cómo es esa sensación con el Bernabéu vacío.
Tras ser campeón de 100 y 200 metros, ¿qué retos le quedan?
Mi objetivo era ser campeón del mundo y lo he conseguido. Ahora quiero ser una leyenda en el deporte. Me encantaría ser recordado todos los años de mi vida y si mis récords prevalecen, pues mucho mejor. Tengo 23 años y me queda aún mucho que dar. No puedo conformarme con lo que he conseguido porque sé que gente como Tyson Gay o Asafa Powell jamás se van a rendir y en el momento en que flaquee me ganarán y puede que mis récords no hayan servido de nada.
¿Quizá este último factor, el de los récords en 100 y 200 metros, es el que le da un plus mediático a usted respecto a otros atletas?
Puede ser. Bekele es maravilloso. Tiene cuatro títulos de campeón del mundo, pero lo que hace que yo marque la diferencia es eso. Soy muy competitivo y mis retos próximos serán mejorar estos récords e intentar competir en 400 metros y salto de longitud.
¿Piensa que puede ganar en estas dos categorías sin haber competido?
Tengo que hablarlo con mi entrenador, pero creo que con preparación todo es posible. Este año he intentado mejorar un poco la salida y se ha notado muchísimo. Para otros años estamos preparando más cosas, pero todavía no lo sé concretamente. Me gustaría ganar medallas en más eventos.
La preparación para esas pruebas es muy distinta a los ‘sprints’ de 100 metros, ¿le dejaremos de ver en esa prueba?
Posiblemente no corra en ella demasiadas veces más. Me gustan mucho las pruebas de 200, dicen que es mi carrera ideal y lo cierto es que la distancia para mis condiciones actuales es la idónea.
¿Le puede ganar alguien en una competición atlética?
Por descontado que cualquiera puede. Si eso ocurriera, estoy preparado para dar guerra, porque de pequeño he tenido que vivir cosas difíciles y si alguien tiene ganas de seguir triunfando, ése soy yo. Como se dice en el fútbol, después de una derrota hay que levantarse y yo creo que estoy preparado para hacerlo si me ocurre eso. La mente también es importante.
¿Dónde está su barrera en los 100 metros, la prueba más seguida del atletismo?
Ni yo mismo lo sé. Esta cuestión la lleva mi entrenador. Estaría muy bien que bajara hasta los 9.50, pero para alcanzar esas barreras tengo que hacer una carrera perfecta y no sé si eso será posible.
¿Qué símiles ve entre el mundo del atletismo y el fútbol?
Todo es una cuestión de confianza, cuando estás con ese sentimiento todo te va a salir mejor y vas a intentar hacer cosas nuevas que resultarán. Las dos cosas son un juego y lo más importante es disfrutar del momento y así se consigue triunfar. En el fútbol se disfruta más porque es en equipo, pero en atletismo lo puedes celebrar con el público.
¿Es una supernova en otros deportes?
No sé si seré exitoso en otros deportes a nivel profesional, pero como aficionado hay muchos que se me dan bien. Jugando al críquet y al baloncesto soy muy bueno, aunque jugar para el Real Madrid sería una buena opción para mi futuro (risas). Tienen mucho dinero.
Ha dicho que quiere volver a visitar Madrid, ¿será para correr?
Eso espero. Quisiera participar en algún meeting aquí porque la gente se ha portado excepcionalmente conmigo.
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