miércoles, 12 de enero de 2011
Alberto León tenía problemas conyugales desde que fuera señalado por la Guardia Civil
EL CONFIDENCIAL DIGITAL
Mientras la Operación Galgo se ralentiza y amenaza con seguir el lento camino judicial de su hermana mayor (Operación Puerto), la triste noticia del suicidio de uno de los implicados ha devuelto la trama a primera línea de la actualidad.
Alberto León apareció ahorcado en el domicilio de su hermano, en San Lorenzo de El Escorial, misma localidad de la sierra madrileña donde compartía vivienda hasta hace poco con su mujer y sus dos hijos. El ex ciclista de 37 años, pionero del mountain bike en España, era probablemente el imputado que estaba más cercado por los investigadores. Presuntamente, y siempre atendiendo a la versión de la Guardia Civil, era él quien repartía el material dopante entre los deportistas, ayudaba a hacerles las transfusiones e incluso les proporcionaba el lugar donde doparse.
Además, León estaba involucrado también en la Operación Puerto, con imputaciones menores a las actuales, y se encontraba, como el resto de sospechosos del escándalo que convulsionó al deporte español en 2006, a la espera de una vista oral que a estas alturas permanece sin fecha.
Se quejó de la falta de apoyo de su mujer
Pero la presión que sufría León al ser señalado por la Guardia Civil se potenció últimamente en su domicilio conyugal, tal y como pudo saber este diario de fuentes del entorno del ex ciclista. De hecho, su esposa solicitó la separación nada más conocerse esta segunda implicación. Sin ir más lejor, el día que decidió dejar este mundo, el sospechoso seguía preparando con sus abogados la vista ante el juez para su divorcio. Su mujer deseaba incluso llevarse a los niños a otro colegio y otro lugar. León llegó a quejarse, en círculos privados, de la falta de apoyo que le mostró su mujer al distanciarse de él en este mal trago. Ella y sus hijos son, a la postre, otras víctimas de todo el escándalo de dopaje.
Así, el panorama del ex ciclista pintaba muy oscuro. Su defensa para salir indemne de la Operación Galgo (donde se imputan cargos que conllevan penas de varios años de cárcel) era la más compleja a tenor de las pruebas que se presentarían contra él. Según publicó El País este martes, los investigadores cuentan con numerosas escuchas donde se habla hasta del dinero que deben pagar los deportistas a León por hacerles las trasfusiones. Incluso, uno de los principales implicados, el entrenador Manuel Pascua, no dudó en acusarle ante la Guardia Civil cuando ésta encontró en la casa del técnico evidencias de haber hecho allí transfusiones. Pascua llegó a reconocer que León tenía las llaves de su domicilio.
Finalmente, Alberto León cedió ante la mala idea que siempre es el suicidio. Una triste noticia que enturbia todavía más la compleja y confusa trama de la Operación Galgo.
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