IGNACIO ROMO PUBLICO.ES
El atletismo español celebra esta noche su gala anual en medio de un ambiente inédito. La operación Galgo está demasiado caliente. La existencia de seis bolsas de sangre pendientes de ser identificadas enrarece una atmósfera demasiado cargada desde que la Guardia Civil interceptara el coche en el que el atleta Bezabeh y su entrenador Pascua se dirigían a una sesión de dopaje sanguíneo.
José María Odriozola, con más de dos décadas como presidente, tuvo que hacer frente el mes pasado a la situación más difícil. El pontevedrés, que compagina su cargo con el de director técnico, tuvo que escuchar voces de dimisión tras la imputación de Marta Domínguez, su vicepresidenta, por haber suministrado presuntamente sustancias dopantes a otros deportistas.
La gala anual del atletismo español, que tiene lugar esta tarde en la sede del Comité Olímpico Español, designará además a los mejores atletas de 2010. Arturo Casado y Nuria Fernández (a la que no se espera en la gala) han sido los elegidos por sus victorias en los pasados Europeos: ambos ganaron los 1.500 metros.
Chema Martínez, subcampeón europeo de maratón, señalaba ayer a este diario desde Sevilla que "la mayoría de los atletas españoles están limpios: no hay que olvidar eso". El ambiente, sin embargo, es tenso. Hay deportistas que han comunicado que prefieren no coincidir con ex atletas de Pascua en actos públicos. En las pistas y en la Residencia Blume la atmósfera no se ha normalizado aún. La regeneración tardará en llegar.
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