domingo, 9 de enero de 2011
EL REGRESO DEL ANIMAL PAK
J. J. M. / C. A.
En una conversación telefónica el 12 de julio pasado, dos semanas antes del comienzo de los Europeos de Barcelona, César Pérez le preguntó a Marta Domínguez que ya que iba a Palencia al día siguiente, que si quería que le subía el Animal Pak. La atleta respondió que sí. En ese momento una campanilla hizo tilín en la cabeza del investigador de la Guardia Civil que estaba escuchando y grabando, con autorización judicial, la conversación entre el entrenador y su discípula. ¿Animal Pak? ¿Animal Pak? No tuvo que escarbar mucho, puesto que el término Animal Pak ya había salido a la palestra en un caso de dopaje español en el año 2005.
Fue un caso complicado. Aitor González, extraordinario ganador de la Vuelta a España de 2002 —lo hizo con tal exhibición de fuerza inagotable que se ganó el sobrenombre de TerminAitor y un contrato con el equipo del Fassa Bortolo italiano, quizás el mejor conjunto ciclista del mundo en ese momento—, dio positivo en un par de controles por el anabolizante metandriol durante la Vuelta de 2005. En su defensa ante la federación española, que lo exculpó, el ciclista alicantino alegó que el anabolizante provenía de unas pastillas legales, llamadas Animal Pak, que le había recetado el médico Ángel Durántez —y presentó la receta oficial que lo probaba— y que, como demostraba mediante un análisis llevado a cabo en el laboratorio de la Universidad de Extremadura por Juan Maynar, estaban contaminadas por la sustancia prohibida. Posteriormente, en diciembre de 2006, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) no atendió al alegato y lo sancionó durante dos años.
El Animal Pak, o "vitaminas a lo bestia", como lo describe un ciclista que las usó en su momento, solo se vende por Internet a través de una página que lo proclama como el mejor suplemento para el bodybuilding, aunque sin precisar su composición exacta. "Son megadosis de aminoácidos esenciales, carbohidratos, vitaminas, minerales y antioxidantes", se lee en la página, que añade más datos en una terminología propia de vendedores de crecepelo, plena de palabros. "Y también algunos optimizadores del rendimiento, como piridoxina alfa-ketoglutarato (PAK), carnitina, lipotrópicos, L-arginina, ácido alfa lipoico, eleutero y similares. Un vasto arsenal de 60 ingredientes".
Pese a que el positivo de Aitor González debió de haber levantado al menos un par de dudas en los deportistas consumidores de Animal Pak —si una caja estaba contaminada, ¿cómo puedo saber que no puede volver a pasar lo mismo? o ¿y si en vez de estar contaminado, el Animal Pak contiene en realidad el anabolizante metandriol?—, su consumo siguió siendo grande.
"A mí me lo recetaba Jesús Losa", cuenta un ciclista. "Me lo recetaba y me lo vendía él mismo. Y nunca di positivo, con lo que sí me creo lo de la contaminación, pero, claro, un deportista profesional no debería tomar nunca un producto del que no se sabe la composición exacta…".
El 13 de julio, martes, la Guardia Civil simula una vasta operación de control en la autopista para detener y registrar a César Pérez, que entonces iba camino de Palencia, sin levantar sospechas. En un bolso de mano le encuentran diferentes botes con medicamentos. En ninguno de ellos pone Animal Pak, aunque en el interior de dos cajas con etiquetas de productos farmacéuticos normales, un anticatarral y unas vitaminas, encuentran pastillas y cápsulas de diferentes tipos. Todas ellas están en un laboratorio a la espera de ser analizadas. Quizás alguno de los análisis rinda finalmente la verdad sobre la exacta composición del Animal Pak.
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