miércoles, 5 de enero de 2011

REYES: "JAMAS HICE NADA PROHIBIDO, ESTOY TRANQUILO"



EFE

A quienes acusan a determinados atletas sobre la base de los detalles que van trascendiendo del sumario, Reyes pide "que esperen y dejen actuar a la juez, que será quien dicte sentencia".
Reyes Estévez, sucesor de Fermín Cacho como rey del mediofondo español y en los últimos años discípulo de Manuel Pascua, uno de los entrenadores presuntamente implicados en la Operación Galgo , desmintió a EFE cualquier relación con dicha trama de dopaje, aseguró que nunca hizo "nada prohibido" y que tiene "la conciencia muy tranquila".
El atleta barcelonés, cuyo nombre ha salido a colación en las filtraciones del sumario de la Operación Galgo vinculado a prácticas de dopaje en colaboración con Manuel Pascua, contestó con su impresionante currículo internacional desde la categoría alevín a quienes achacan sus éxitos a operaciones irregulares.
"No tengo nada que ver en esta trama. Jamás hice nada prohibido y tengo la conciencia muy tranquila", aseguró Estévez, cuyo historial en categoría sénior incluye dos medallas de bronce mundialistas en 1.500 metros (Atenas''97 y Sevilla''99), un título europeo y una medalla de plata.
A sus 34 años, con su reputación en entredicho por las filtraciones del sumario, Estévez recuerda que lleva en el atletismo desde los 9 años.
"Con esa edad", indicó, "ya tenía el récord de los 1.000 metros en 3:06. En alevines hice los 2.000 en 6:20. En infantiles los 3.000 en 8:40. En cadetes fui campeón del mundo de cross escolar y corrí los 3.000 en 8:19, hasta hoy la mejor marca europea de siempre, ganando la Olimpiada Escolar".
Estévez recuerda también que como júnior fue dos veces campeón de Europa de 1.500 con récord continental (3:35) y fue octavo en el mundial de cross.
"En categoría promesas", prosiguió, "tengo un título y el récord de Europa con 3:30. Como sénior, dos medallas de bronce en Mundiales, un título europeo y una medalla de plata (siempre en 1.500). Esa es mi respuesta a quienes piensen lo contrario".
Ni el revuelo causado por la Operación Galgo ni las sospechas aireadas en torno a su nombre le han llevado a pensar, ni por un momento, en la retirada. "Nunca se me ha pasado por la cabeza. El atletismo es mi vida y mientras siga disfrutando y las lesiones no me lo impidan, seguiré practicándolo".
Estévez se despidió de las carreras lisas el 30 de julio pasado en la final de 1.500 de los Europeos de Barcelona. Buscaba la medalla del adiós ante sus paisanos, pero hubo de conformarse con la de chocolate, el cuarto puesto en una carrera dominada por Arturo Casado y en la que Manuel Olmedo fue tercero.
Despejada la incógnita sobre la tentación de abandonar la escena, Estévez apuntó que su primer objetivo para 2011 es "la temporada de cross y, al aire libre, intentar una buena adaptación a la prueba de 3.000 metros obstáculos", a la que piensa dedicar toda su atención a partir de ahora.
Estévez, que ha tenido a lo largo de su dilatada carrera deportiva serios enfrentamientos con la Federación Española y en concreto con su presidente, José María Odriozola, no tiene ahora más que palabras de elogio.
"Todas las instituciones, empezando por la Federación Española, nos han apoyado buscándonos nuevos entrenadores y haciéndonos sentir lo mejor posible", afirmó el barcelonés.
Con respecto a su nuevo técnico, Estévez indicó a EFE que no piensa volver a Soria, donde se entrenaba a las órdenes de Enrique Pascual antes de trasladarse a Madrid para trabajar con Manuel Pascua. "La Federación Española está trabajando en el tema (en la búsqueda de nuevo entrenador). El único problema", explicó, "es que tengo que buscar uno para la especialidad de obstáculos"

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