viernes, 7 de enero de 2011

Javier Moracho: "Algunos llevan un cuarto de siglo haciendo trampas"




Carlos R. Galindo

Javier Moracho. De profesión, ex atleta de postín en la década de los 80. Vallista para más señas. Un lujo para el atletismo español. Carismático, extrovertido, gran relaciones públicas, mejor vendedor... Formó parte de una generación mítica (Sala, Corgos, Abascal...). Su nombre está en boca de todos para suceder a José María Odriozola al frente de la Federación Española de Atletismo. Sería un presidente ideal. Se lo han pedido sus compañeros de antes y también muchos de los de ahora. La ‘Operación Galgo’ desatada por la Guardia Civil que ha puesto al descubierto una trama de dopaje en el atletismo que ha alcanzado a la mismísima Marta Domínguez –imputada como traficante de sustancias prohibidas–, ha precipitado los acontecimientos. Algo hay que hacer. El runrún está en la calle.

¿Se ve usted como presidente?
¿Y por qué no? Es algo que me ha pedido mucha gente, pero no quiero precipitarme. Permítame que sea cauto de momento.

Así pues, ni desmiente ni confirma...
Es que no puedo ni debo hacerlo. Ha habido contactos, sí, pero nada más que eso. Hace cuatro años, ya en Göteborg pedí cambios drásticos. Fue nuestra generación la que profesionalizó el atletismo y creó las bases de los exitos deporticos de ahora.

Pero...
Como en todas las profesiones, hay tramposo que cogen el camino más corto. Este desvarío nos ha llevado a las Operaciones Puerto, Grial y Galgo.

Un desastre
Una mala noticia, sí. Pero déjeme que felicite a la Agencia Española Antidopaje por la acciones que ha emprendido pese a su corta existencia.

Pero tres Operaciones... ¿No es demasiado descalabro?
Una Operación se ha vinculado a la otra. En mi opinión, Yesenia Centeno hizo que cayeses Paquilo Fernández y Paquillo ha hecho que se desencadene ahora la Operación Galgo.

Un nombre aparece en todos los líos: Eufeminiano Fuentes.
El doctor entró en el atletismo a principios de los años 80, cuando yo era capitán de la selección española y ya manifesté mi desacuerdo al presidente de la Federación porque su especialidad era la ginecología. ¿Qué hacía en el atletismo? Poco después, vino un farmacólogo polaco que es el que le puso al día de todos los trapicheos que se han ido sucediendo en los últimos tiempos. Tenga en cuenta que los controles se sellaban con un lacrador de plomo que, curiosamente, Eufemiano tenía en su poder. Así pues, era dueño y señor del tema, lo que le restaba credibilidad a los controles antidopaje. Denuncié este tema a la Junta Directiva de la RFEA.

No me lo puedo creer...
Como se lo cuento. En 1987 Odriozola y yo propusimos los controles antidopaje por sorpresa y en el Mundial de Roma firmamos una carta 17 atletas. Ninguno de ellos era ‘cliente’ de Eufemiano Fuentes ni de Pascua Piqueras. En el avión de regreso a España me intentaron quitar de capitán, pero no lo consiguieron. Afortunadamente éramos más los que estábamos en contra de las llamadas ‘ayudas biológicas’.

¿Tan turbios fueron aquellos días?
¡Si yo le contara...! Mire, hará cosa de 30 años, en un encuentro internacional de pista cubierta que tuvo lugar en Italia a un directivo español le dieron 500.000 pesetas para que recogiera una maleta que le tenía que entregar una persona extranjera, con material para la RFEA. El creía que se trataba de material deportivo, pero le pudo la curiosidad y la abrió. Estaba llena de medicinas, sobre todo, viales inyectables. Era una maleta verde, de madera con una pequeña llave. Sorprendido el directivo, nos lo comentó a varios y nadie sabe adonde fueron a parar todas aquellas medicinas.

¡Increible!
En los años 80 muchos atletas recibimos presiones para que siguiéramos los tratamientos de Eufemiano Fuentes. Había que hacerse unas biópsias pero muchos nos opusimos, lo que dividió a la selección en dos grupos. Los de Pascua y Eufemiano y el resto. Estuvimos varios años sin hablarnos.

...Y así, pasito a pasito, hasta llegar a la Operación Galgo.
En contra de lo que se pueda pensar, creo que ha sido buena para el atletismo y para el deporte en general. Espero que se llegue hasta las últimas consecuencias. Ahora hay en vigor una ley que penaliza el tráfico de sustancias dopantes, cosa que no ocurrió en la Operación Puerto.

¿Le ha sorprendido que esté implicada Marta Domínguez?
Pues la verdad, sí, mucho. Lo de traficante... En fin, es algo que no consigo entender. Vamos a esperar acontecimientos, pero mucho me temo que la cosa pinta mal.

¿Qué le sugieren este tipo de trapicheos?
Que hay que hacer algo. Y hacerlo ya. Es urgente. Hay que cambiar muchas cosas. Es algo que llevo pensando en las últimas semanas. Hay que reestructurar los sectores de entrenadores, cuerpo técnico, directivos, y diseñar una organización con nuevos aires, claros y transparentes. No es momento de dar nombres pero todos sabemos de qué lado está cada uno.

Y usted, ¿de qué lado está?
Cuando estaba con Odriozola en la Junta Directiva de la RFEA en los años 80, el actual presidente fue el crítico más feroz que he visto con los métodos utilizados por Eufemiano Fuentes, y por esa razón, Coloman Trabado, yo mismo y otros muchos atletas le apoyamos para que saliera elegido como presidente en 1988. Nuestra sorpresa fue mayúscula cuando, después de aquellos hechos, metió a varios atletas discípulos de Eufemiano Fuentes en la Federación Española y en el Comité Olímpico Español (COE).

No tiene sentido...
Algunos llevan un cuarto de siglo haciendo trampas.

¿Qué le parece la reacción de los atletas imputados?
Me sorprende el silencio de algunos de ellos después de las graves acusaciones que estamos leyendo estos días. ¿Por qué callan? ¿Es que no tienen nada que decir?

Pero...
Sepa que hay atletas que no quieren salir en las fotos junto a los imputados.

¿Se puede lograr un atletismo de primer nivel sin necesidad de doparse?
Mire, no admito la frase fácil de que para llegar al podio hay que doparse. Eso no es cierto. Sólo lo dicen los que no tienen o no confían en sus posibilidades. El problema del dopaje es de educación y de ambiente deportivo. Lo mismo que ocurre con las drogas sociales; cuando te las ofrecen lo importante es saber decir no.

Perdone la insistencia. ¿Optará a la presidencia de la RFEA?
Es cierto que he recibido muchas llamadas pero no habrá elecciones hasta el 2012 y hay tiempo para pensarlo. Lo que está claro es que hacen falta nuevos aires. Soy batallador y luchador, pero, en fin, cada cosa a su tiempo.

¿Qué me dice de nuestros nacionalizados?
Me remito a los datos. Dos de los últimos positivos han sido de atletas nacionalizados (Centeno y Onya) y uno está pendiente de ratificación (Bezabeh., una vez se aclare lo
de la Operación Galgo). Convendría replantearse este tema de cara al futuro.

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