viernes, 10 de octubre de 2008

La nueva vida de Phelps


IGNACIO ROMO - MADRID


Phelps se lo ha ganado. El nadador de Baltimore, el hombre que ya es para muchos el mejor deportista olímpico de la historia, el animal acuático que desbordó el Cubo de Agua pekinés, ha abandonado las piscinas. Será algo momentáneo, porque Phelps ha anunciado que estará en Londres dentro de cuatro años defendiendo sus títulos.

La Fundación Michael Phelps ha arrancado con sus actividades tras los Juegos de Pekín. La primera donación la protagonizó él mismo: el bono de un millón de dólares que le prometió la firma comercial Speedo por igualar los siete oros de Mark Spitz ha ido directo a los proyectos de su fundación, con objetivos humanitarios, deportivos y de formación.

Durante todo el mes de septiembre, Phelps estuvo de gira por Estados Unidos. Ha visitado ocho ciudades con un solo proyecto en la agenda: divulgar las claves secretas de su éxito.

Sueña, planifica, alcanza
La gira de Phelps se planteaba para lanzar su nuevo programa educativo. El título se limita a tres verbos: "Sueña, planifica, alcanza". Está basado en un simple aunque poderoso trío de consejos que Michael aprendió de niño. Y no de sus padres su mala relación, que terminaría en divorcio, empujó al pequeño a refugiarse en la piscina, sino de su entrenador, Bob Bowman, su mentor durante mucho tiempo.

Sueña, planifica y alcanza. Phelps creció con estos principios y los aplicó a su vida diaria cuando aún era un nadador de la cantera. Habría sido más justo bautizar el programa como El método Bowman.

Los niños, quizá porque la infancia de Phelps no fue del todo fácil, son una preocupación constante del múltiple campeón olímpico. "Mi idea es proporcionar a los muchachos un plan de vida que vaya más allá de la piscina. Quiero que vivan de forma sana y activa".

El programa que está desarrollando el de Baltimore está muy enfocado en la planificación informada y en la fijación de objetivos. Phelps concede una gran importancia a la responsabilidad personal y a la disciplina para ser capaz de no salirse del plan fijado.

El nadador lo ha aclarado: "Gracias a una gran cantidad de trabajo, algo de suerte, la inspiración que he recibido de muchos de mis seguidores por todo el mundo y mis increíbles compañeros de equipo, hice realidad mi sueño de lograr ocho oros en Pekín. Ahora mis objetivos se salen de la piscina. Lo único que me obsesiona es ayudar a la gente a lograr sus sueños y potenciar aún más mi deporte".

Los sueños están constantemente en boca de Phelps. Dream es su palabra favorita. "Yo he aprendido el poder que tienen los sueños. He comprendido que a través de la formación, la planificación y la fijación de objetivos se puede lograr cualquier cosa por difícil que parezca. Otra parte decisiva es la toma de decisiones. Para que sea correcta sólo hay una clave: la información".

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