martes, 26 de abril de 2011

"NECESITO CORRER"



ANDRÉS ARMERO Marca.com

"Igual los jóvenes no me conocerán". La duda, por muy razonable que sea, es una afrenta. Quizás de las mayores de la historia del deporte español. Porque un día, hubo un atleta que tensó la cuerda sagrada de Haile Gebreselassie, para muchos el mejor fondista de todos los tiempos. Y era, el mismo soñador que había decidido volar meses atrás en un medio maratón inolvidable, que grabó su nombre para siempre en la historia de su continente. Ese hombre no es etíope ni keniata, sino del madrileño barrio de Canillejas. Y hoy, como tantos otros, disfruta de su deporte: "Yo necesito correr".
Han pasado casi 10 años desde aquel verano en Edmonton, Canadá. Fabián Roncero, hastiado del ritmo a tirones de la finalísima del 10.000, tomó la cabeza. Y lo hizo con una valentía, que no entiende de medallas ni de fotos, sino de sensaciones y sentimientos. Ese bendito insolente puso a varias de las leyendas del atletismo mundial en fila india. Al final acabó quinto en meta, pero primero en nuestras retinas. Charles Kamathi se impuso. El español había agitado aquel árbol prohibido, presenciando en primera persona el fin de la hegemonía del mito del altiplano etíope, Gebreselassie, cuyo imperio perdura hasta nuestros días.
Eran otros tiempos. Ahora no podemos ser tan optimistas. Fabián sabe que "hay que cuidar nuestro atletismo. La crisis afecta bastante al deporte". Él mira satisfecho a su pasado: "Disfruté haciendo lo que hacía". Eso es para él lo más importante. "Ser el mejor del Mundo, el mejor de Europa o el mejor de tu casa" da igual, si el esfuerzo ha sido máximo.
Un atleta en constante actividad
Fabián Roncero no para ni un segundo. Además de sus entrenamientos, es el director técnico de la revista Zona Run&Race y comienza desde hoy un programa en Teledeporte donde el protagonista es el atletismo popular. Respecto a la élite de los 42.195, no cree que "los corredores que hay en la actualidad se puedan acercar a las dos horas en maratón".
En esta especialidad, el madrileño considera que "la carrera tiene que empezar y terminar en un mismo sitio". Además advierte de los enormes "beneficios del viento a favor", como sucedió en el pasado maratón de Boston, en el que Geoffray Mutai paró el crono en 2:03:02. "En ciertas circunstancias puedes ganar 10 segundos por kilómetro casi sin enterarte". Eso sí, es consciente de que alguno "va a bajar el récord de Gebre". Lo que no conocemos es quién. "Antes se sabían quiénes eran los referentes. Ahora cada año sale uno. El que gana el Mundial, después queda 28 en su país...".

Las lesiones
El madrileño sabe mejor que nadie lo que se sufre con las lesiones. Su palmarés sería desorbitado, si la fortuna le hubiese respetado. "Cuando estás allí lo llevas mal. Pero hay que seguir para delante". Pero la categoría es lo que perdura. Su inmensa calidad siempre será un referente en todas las escuelas de atletismo.
Entre sus gestas, el récord de España y Europa en medio maratón todavía inexpugnable. El de Canillejas firmó un histórico 59:52 en 2001 en Berlín, convirtiéndose en el primer blanco en bajar de la hora. Pero no pudo festejarlo. "Me enteré por internet de la muerte de Diego García, no me lo querían decir". La alegría se vio invadida por "la tristeza".
Un resultado que sellaba su combinación de esfuerzo y clase. Porque "no hace falta hacer trampas para lograr grandes marcas". El que coja el atajo de las trampas, allá él". Aunque Roncero critica sin tapujos el periodismo que sólo busca "vender" y "da mucho bombo" a determinados asuntos por interés. "Creo que se ha metido la mata". Para él, hay que esperar a que las decisiones sean definitivas.
El atleta, que comenzó hace 25 años a practicar este deporte, sigue corriendo y alentando a la gente a que lo haga. "Algunas personas sienten que se evaden del día a día, de la tensión". Porque "cuando corres no piensas en nada. A veces es mirar la lluvia, un árbol, sentir el viento o escuchar tu propio corazón". En esta frase se resume el motor de la vida de uno de los mejores fondistas españoles, quien ha simbolizado como nadie la elegancia de la técnica, el poder de superación, el ejemplo para los demás.
Ahora, trata de disfrutar con el atletismo cuando se lo permiten sus múltiples compromisos. No es el caso de las últimas 24 horas. Fabián reconoce que contó al mediodía con un compañero de 'entrenos' inesperado: "Tuve que comer delante del ordenador".

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