Lluís Carles Pérez - Carles Gallén
Tras pasar su primera noche como campeón de Europa de 1.500 metros, Arturo Casado andaba ayer aún con una cara de incredulidad total ante la magnitud de su triunfo. El madrileño, de 27 años, acostumbrado más a un papel secundario, lo está asimilando. No se irá de vacaciones, quiere seguir compitiendo. Es el momento de aprovechar su título y punto de forma.
¿Pudo dormir?
Estaba alteradísimo y salí con los amigos a tomar dos copas. Estaba en un estado de alegría nerviosa. No me lo creía después de correr. Voy asimilando poco a poco en mi cabeza todo lo que está pasando. Llegué al hotel a las seis de la madrugada y dormí tres horas escasas.
¿No confiaba en la victoria?
Sí, pero una cosa es confiar y visualizar y otra cosa estar ahí, que te pase de verdad. Yo muchas veces me lo he creído y no lo he conseguido. Y, cuando al final te llega la recompensa, no te lo acabas de creer y dices: '¿Qué ha pasado? Esto es un sueño'.
En la meta se quedó estupefacto.
Sí, sí. No pensé nada, me dije 'ya está'. Miré al cielo y no me lo creía, no me puede pasar a mí. En todo momento creía que podía ganar. Estaba muy concentrado en la carrera y la ejecuté perfectamente. Como nunca lo había experimentado antes, cuando ya lo tienes, esa sensación tan nueva y tan maravillosa no la acababa de asimilar. Luego ya me fui alegrando, dando saltos y disfrutándolo a tope.
¿El momento de mayor plenitud?
Sí, yo creo que ha sido el día más feliz de mi vida por muchos factores. Estaban ahí conmigo todos mis seres más queridos. Ellos son responsables del 60% de esta victoria. Lo pude compartir con ellos. Lo han disfrutado al 100% y yo lo he disfrutado al 100%. He trabajado durísimo para esto este año. Centré toda la temporada en esto y la cosa ha salido como esperaba.
También dio las gracias a El 'Tirillas'.
Es Víctor Seco, uno de mis mejores amigos que ha sido gran culpable de lo que ha pasado. Ha estado tirando de mí durante todo el año. Me dijo que me iba a ayudar en todos los entrenamientos de serie y de pista, porque es mi amigo, sin pedirme nada a cambio. Es una persona que trabaja todos los días y a lo mejor salía de fiesta y dormía tres horas, pero estaba allí a las diez de la mañana para tirar de mí. Tenía que hacerle este año una mención especial.
Su portentosa victoria recordó a la de Fermín Cacho en este mismo estadio en Barcelona-92.
Que me comparen con el gran Fermín, el mejor atleta que hemos tenido, es la hostia, lo mejor con lo que te pueden comparar. Yo su carrera la he vivido mucho, la he interiorizado mucho y quizás también me salió así por lo que hizo Fermín. Él corría de forma muy inteligente, leía tácticamente las carreras de forma perfecta y al final las remataba. Sí, me vino a la cabeza aquella carrera. Ahora no son los Juegos Olímpicos, pero ganar en Barcelona el Europeo es un campeonato también muy importante. Encima, estaba él allí y me felicitó.
Por cierto, ¿qué le dijo Cacho?
Pues nada, que había sido el más listo y que lo disfrutara mucho porque me lo merecía.
Como campeón europeo, ¿se ve capacitado para luchar por cotas más altas: Mundial y Juegos?
Sí, por supuesto. Yo ya he estado ahí. Quedé 5º en Helsinki-2005. En Osaka-2007, Bernard Lagat me sacó 84 centésimas, él ganó el oro y yo fui 7º. Yo he estado ahí, lo que pasa es que el momento de gloria lo tuve el viernes y no antes. Aquí, en el atletismo no se valora tanto a los finalistas. Para ser campeón hay que estar ahí durante muchos años, entre los finalistas, y ya llegarán las oportunidades, como el viernes.
¿Ha hecho este año algún cambio especial?
Creo que he mejorado sustancialmente el nivel de entrenamiento porque me he centrado solamente en un objetivo. Creo que estoy alcanzando mi madurez deportiva, sigo evolucionando,sigo mejorando. Eso me ha ayudado y eso me va a ayudar a intentar soñar con éxitos mayores en Mundiales y Juegos Olímpicos. Mi objetivo, por supuesto, es Londres-2012, siempre lo he dicho. Llegaré allí con 29 años, la edad perfecta. Lo más importante es no tener ninguna lesión ni ningún problema. Iré con muchas ganas
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