viernes, 30 de septiembre de 2011
PHELPS, CON HABRE OLÍMPICA
Joan Justribó www.mundodeportivo.com
Se acabaron los años de transición para Michael Phelps. El súper héroe de los Juegos de Pekín, ocho veces campeón en la cita china y poseedor de 14 oros olímpicos, ha empezado a trabajar con más antelación que nunca de cara a la que debe ser su última gran obra, los Juegos Olímpicos de Londres. Ya lleva seis semanas entrenando, alargando a diez meses su trabajo previo a los Juegos, una molestia que no se había tomado en todo el ciclo olímpico. Todo para volver a ser el Phelps que acabó con el récord de Mark Spitz.
Ya nada más metros por semana de lo que practicó para los pasados Mundiales, en busca de su mejor versión. "Va a ser mejor. Estoy mucho más contento que otros años", dijo Phelps a Associated Press, testimonio en Nueva York de su rutina de trabajo. "Siento más impulso dentro de mí", explica el nadador de Baltimore, que en los Mundiales de Shanghai logró siete medallas, cuatro de ellas de oro, sin estar en su mejor forma y perdiendo el duelo con Ryan Lochte, que obtuvo cinco oros y ganó los dos enfrentamientos directos con Phelps.
"Definitivamente, Ryan demostró de lo que está hecho. Él está muy hambriento de triunfos, sabe lo que quiere, compite y lo logra. Consigue sacar lo mejor de mí cuando compito contra él. Estoy ansioso por que llegue el año que viene para ver qué sucede", explica Phelps del que debe ser su gran rival en Londres por la corona simbólica de mejor nadador de los Juegos. Michael sabe que necesita su máxima intensidad, y por ello su entrenador, Bob Bowwman, le ha impuesto el mismo listón de intensidad con el que preparó hace cuatro años los Juegos de Pekín
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