Juan Mora As.com
Otra vez Odriozola, presidente de la Federación Española de Atletismo, nos deja en vergüenza. Si la "lesión" de Estela García escondía un positivo, la "baja forma" de Onyia escondía otro. Odriozola no puede estar permanentemente al otro lado de la raya tapando a los tramposos con la excusa de acogerse a la ley de protección de datos. Si un atleta no va a una competición por tener abierto un expediente por un control no negativo, se dice y punto. ¿Desde cuándo las leyes impiden decir la verdad? Un expediente por un control no negativo es lo que es, no es un positivo. Por tanto, se puede decir la verdad. Una verdad que, para empezar, impide competir a un atleta. Pues dígase la razón. ¿O es que hay un juez que obliga a mentir?
Pero no vamos a descubrir ahora a Odriozola. Su comportamiento resulta más bien desafiante en los casos de dopaje. Si a Paquillo le imputan en un caso de dopaje, Odriozola le selecciona; si Bezabeh es confeso de una transfusión sanguínea, Odriozola le absuelve. No es de extrañar, por tanto, que quiera ocultar los controles no negativos de sus atletas y les facilite excusas para no verse comprometidos, excusas que ahora salpican a aquellos atletas que habiendo sido seleccionados para los Mundiales luego no compitieron. Eso es lo grave. Todos ahora se ponen bajo sospecha. Por eso, ¡basta ya! Sobran razones para pedir a Odriozola su dimisión. Una sola valdría: ha conseguido que el atletismo supere en positivos al ciclismo.
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