AMAYA IRÍBAR
Se puede ser una velocista veterana, con una pila de medallas en Mundiales y Juegos Olímpicos, y romper a llorar como una auténtica niña, con hipo y todo, al volver a ganar. Es lo que le ha pasado a la jamaicana Veronica Campbell-Brown, que se ha impuesto en los 200m (22,22s, con viento en contra de un metro por segundo) y ha roto el sueño de la estadounidense Carmelita Jeter de emular a Bolt con dos oros en las pruebas que miden a los atletas más rápidos del mundo. Jeter ha sido segunda (22,37s) y su compatriota Allyson Felix (22,42s), tercera.
Campbell-Brown tenía razones para emocionarse. La doble campeona olímpica de la distancia, en Atenas 2004 y Pekín 2008, nunca había logrado el oro en los 200m de unos Mundiales, aunque tenía dos platas, las de Osaka 2007 y la de hace dos años en Berlín. Además lo ha hecho con su mejor marca del año, que cobra más valor cuando el viento sopla en contra como lo ha hecho sobre la pista azul de Daegu.
La jamaicana no es ninguna niña. Tiene 29 años y pertenece al ese grupo de compatriotas que ha dejado la isla para entrenarse en Florida, en el grupo de velocistas que trabaja a las órdenes de Lance Brauman.
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