DIEGO TORRES
El País.com
La natación, como la física cuántica, tiene leyes que la
convierten en una ciencia previsible, pero solo hasta cierto punto. La norma se
interrumpe en las pruebas de relevos. Entonces la atmósfera se electrifica e
intervienen factores difíciles de medir. Comienza por el público. La gente se
pone sentimental. El pueblo saca las banderas. Los hombres se acuerdan de sus
madres. Las madres lloran por sus hijos. El pasado se funde con el futuro. El
círculo de energía sobrecarga los cuerpos y suceden cosas que solo el tiempo
podrá clarificar. La historia del deporte, tal vez, dentro de muchos años.
El domingo a la medianoche en Brasil, una de esas madres,
maquillada y peinada para la ocasión en la grada del Centro Acuático de Río,
era Debbie Phelps. A su lado, su nuera, Nicole, con su nieto Boomer, el
primogénito del médico brujo.
Phelps irrumpe en la piscina de Río “Soy como un niño. ¡No
quiero crecer!”
Casi nadie esperaba a Michel Phelps en la final de los
relevos de 4x100 pero el rumor comenzó a crecer en los últimos días hasta que
el hombre se manifestó ahí, ante la multitud, abrazado a sus tres compañeros
del equipo de Estados Unidos para el duelo más emocionante vivido hasta ahora
en la piscina olímpica. Estados Unidos contra Francia, Australia, Rusia, Brasil,
China y Japón. Ganó Estados Unidos, como no puede ser de otro modo cuando a su
favor soplan los vientos de la magia.
El relevo olímpico de 4x100 fue durante mucho tiempo
patrimonio de Estados Unidos. La hegemonía se acabó en los Juegos de Sydney,
con una victoria de Australia que anticipó la globalización del deporte, la
disolución de los poderes tradicionales, y la aparición de naciones llenas de
velocistas capaces de pensar que gozan de un derecho adquirido a retar al
imperio. Francia es el país desafiante por excelencia en este terreno. Solo un
error le impidió conquistar el oro en el relevo de 2008 y se impuso con
claridad en 2012. Ayer en Brasil, el título regresó a manos estadounidenses en
una carrera prácticamente resuelta desde los 150 metros . Justo cuando
Phelps dio ese golpe de autoridad que le llevó a nadar un par de metros más que
sus adversarios para ponerse a la cabeza de todos, fantásticamente poderoso en
un viraje que quebró la moral del francés Fabien Gilot.
La estadística no anunció este desenlace. El ránking de los
mejores tiempos de 2016 en 100
metros libre indicaba que Estados Unidos solo tenía a un
hombre entre los diez primeros, Nathan Adrian, con 47,72s, segundo por detrás
de Cameron McEvoy, la nueva joya australiana que, con 47,04s llegó a Rio con el
halo del hombre más veloz sobre la Tierra. Francia era, con dos nadadores entre los
diez mejores, Stravius y Manaudou, la potencia con más elementos en lo más
granado de los registros de velocidad. Phelps no nadaba un 100 libre desde
hacía años. No es su especialidad y no había rastros suyos en esta distancia
desde 2012. Pero todos, de algún modo, deseaban su regreso. También sus
adversarios.
James Magnussen lo dijo tranquilamente, tras la carrera:
“Pheps ha sido una inspiración para todos los que nos hemos dedicado a este
deporte. Todos hemos deseado que participara en los Juegos una vez más y me
alegro de que haya podido nadar esta prueba”.
Caeleb Dressel lanzó la primera posta en Estados Unidos. Lo
replicaron Mehdy Metella en Francia; James Roberts en Australia y Andrey
Grechin en Rusia. Se impuso Metella con 48,08s, solo dos centésimas sobre
Estados Unidos. En ese primer 100 Australia pudo perder sus probabilidades de
conquistar el triunfo porque Roberts nadó en 48,88s y dejó a su equipo en
octavo lugar. Ante este escenario, la segunda posta dirimió el duelo esencial.
Estados Unidos contra Francia. La lucha que ha caracterizado a las tres últimas
olimpiadas. Phelps atacó el primer puesto y Gilot fue su contraparte.
Fabien Gilot hizo su primer 50 más rápido. Tocó la pared en
22,42s y se volvió a toda velocidad para cubrir el segundo 50. Phelps tocó en
22,53s y se sumergió para dar una, dos, tres, cuatro, cinco y seis patadas de
delfín de una potencia desconocida en él, desde siempre un buen nadador de
subacuático. “Fue el mejor viraje que le he visto hacer jamás”, dijo después su
entrenador, Bob Bowman. A los 31 años, al borde de la retirada, dio lo mejor.
Cuando tocó la pared de los 200
metros su tiempo parcial se detuvo en 47,12s. Gilot hizo
48,20s. Un segundo de diferencia en 50 metros nadados es una desmesura. Total, 1
minuto 35,22s para Estados Unidos y 1m 36,28s para Francia al pasar por los 200 metros .
Nathan Adrian, Cameron McEvoy y el francés Jeremy Stravius
libraron la última batalla de la noche. La que decidió la plata para Francia y
el bronce para Australia. Estados Unidos se colgó el oro con 3m 09,92s.
El joven Ryan Held, que nadó la tercera posta, no pudo
contener las lágrimas. “He escuchado el himno miles de veces pero esta vez me
puse muy emocional”, confesó, “Phelps me decía: ‘disfrútalo, esta experiencia
es única en la vida, contempla al público, recuerda este momento”.
Los muchachos ya no le llaman “Michael”. Le dicen “Phelps”.
Con el respeto debido a los hombres que forman parte de un pasado descomunal y
ajeno que, por cosas del destino, aparecen la noche menos pensada para sumar el
19º oro olímpico a su particularísima cuenta particular.
RESULTADOS 2ª JORNADA
HOMBRES
1 PEATY Adam GBR 57.13
2 VAN DER BURGH Cameron RSA
58.69
3 MILLER Cody USA 58.87
4 CORDES Kevin USA 59.22
5 GOMES Joao BRA 59.31
6 KOSEKI Yasuhiro JPN 59.37
7 FRANCA Felipe BRA 59.38
8 BALANDIN Dmitriy KAZ 59.95
4 x 100
metros libre
1 USA 3:09.92
DRESSEL, PHELPS, HELD, ADRIAN.
2 FRA 3:10.53
3 AUS 3:11.37
4 RUS 3:11.64
5 BRA 3:13.21
6 BEL 3:13.57
7 CAN 3:14.35
8 JPN 3:14.48
MUJERES
1 LEDECKY Kathleen USA 3:56.46
2 CARLIN Jazz GBR
4:01.23
3 SMITH Leah USA 4:01.92
4 KAPAS Boglarka HUN 4:02.37
5 MACLEAN Brittany CAN 4:04.69
6 COOK Tamsin AUS 4:05.30
7 ASHWOOD Jessica AUS 4:05.68
8 BALMY Coralie FRA
4:06.98
1 SJOSTROM Sarah SWE
55.48
2 OLEKSIAK Penny CAN
56.46
3 VOLLMER Dana
USA 56.63
4 CHEN Xinyi
CHN 56.72
5 LUYing
CHN 56.76
6 KEE Rikako JPN
56.86
7 McEON Emma AUS 57.05
8 OTTESEN Jeanette DEN 57.17
No hay comentarios:
Publicar un comentario