martes, 10 de agosto de 2010
Bolt y las rachas triunfales
Ángel Cruz As.com
Os decía tras la carrera de Tyson Gay y Usain Bolt en Estocolmo que a lo largo de la historia, incluso de la historia muy reciente, ha habido atletas con rachas victoriosas mucho más prolongadas que la del jamaicano en los 100 metros. Doce carreras seguidas sin perder en finales, durante dos años menos dieciséis días es lo que atesoraba ‘El Relámpago’. Sí había ‘perdido’ en cuartos de final de los Mundiales de Berlín: en la quinta serie fue segundo con 10.03, por detrás de Daniel Bailey (Antigua), al que dejó ganar con una centésima menos. Entre risas, por cierto. Una mera anécdota.
Carolina Klüft: 19
Entre los atletas aún en activo es una mujer, la sueca Carolina Klüft, la que ha dominado más intensamente su especialidad, con 19 victorias consecutivas en heptatlón entre 2001 y 2007. De hecho, sigue invicta hasta ahora, aunque el dato tiene truco, porque Carolina ha repudiado la combinada, ha asegurado que está saturada y que nunca más volverá a competir en ella. Se ha dedicado a la longitud y fue undécima en los Europeos de Barcelona.
‘La Mujer Tijera’: 140
Pero entre los ‘imbatibles’ históricos, la mayor racha documentada es la de la saltadora rumana Yolanda Balas, que ganó 140 competiciones entre 1956 y 1967. Batió catorce récords mundiales y llevó la plusmarca de 1,75 metros (1956) a 1,91 (1961). La llamaban ‘La Mujer Tijera’ porque saltaba con el rudimentario estilo de la tijereta. Fue acusada, en su día, poco menos que de ser un hombre. Luego tuvo un hijo… Como véis (estoy pensando en Caster Semenya) nada nuevo bajo el sol.
Edwin Moses: 122
Edwin Moses consiguió una racha de 122 victorias (aquí contando las series, en las que nunca perdió, ni adrede) entre 1977 y 1987. El fin de esa magnífica lista de triunfos se produjo el 4 de junio de 1987, en el ahora derruido estadio de Vallehermoso, en Madrid. Le venció el también estadounidense Danny Harris, con marcas respectivas de 47.56 y 47.69, tras nueve años, nueve meses y nueve días de imbatibilidad. Moses tropezó en la última valla, pero probablemente hubiera perdido de todas las maneras. El público abarrotaba las gradas y gritaba “¡Moses, Moses, Moses!” mientras éste daba la vuelta de honor. En un rincón, a Harris casi nadie le hacía ni caso. No pude hacer la crónica de ese momento histórico para AS porque estaba guardando reposo, por una hepatitis. La escribió mi mujer, Mari Luz, que entonces trabajaba en el periódico y la hizo mejor de lo que yo la hubiera hecho. Moses se vengó derrotando a Harris en los Mundiales de Roma, pocas semanas después. Allí sí estuve en el Estadio Olímpico de la capital italiana. En Madrid, los organizadores habían pagado dos millones de pesetas de la época a Moses y 250.000 a Harris. Éste había venido sin saber que se enfrentaba al maestro de las vallas. Cuando se enteró, un día antes de la carrera, les dijo: “Si lo llego a saber os pido mucho más dinero, porque le voy a ganar”. Harris cayó luego en el dopaje y en las drogas. Una pena.
Parry O’Brien: 116
Otro atleta aliado con la victoria fue Parry O’Brien, un californiano nacido en Santa Mónica que perfeccionó el estilo lineal de lanzamiento de peso. Permaneció invicto durante 116 concursos consecutivos y llevó el récord mundial desde los 18,00 de 1953 hasta los 19,30 de 1959. Era muy poderoso para la época: 1,90 de estatura y 111 kilos de peso.
Carl Lewis: 65
Regresamos a tiempos más recientes con Carl Lewis, proclamado como el mejor atleta mundial del siglo XX, para mi gusto con toda justicia. En salto de longitud sumó 65 victorias consecutivas entre 1981 (cuando tenía 20 años) y 1991 (cuando pasaba de los 30). Ese año, concretamente el 30 de agosto, en el Estadio Olímpico de Tokio, tuve la ocasión de presenciar el concurso de longitud más apasionante de la historia, que no me resisto a relatar. Todavía se me pone la piel de gallina al recordarlo. Allí acabó la racha victoriosa de King Carl.
El récord mundial lo tenía Bob Beamon con sus 8,90 de los Juegos de México. A los Mundiales de la capital japonesa llegaban los estadounidenses tras una criba impresionante en sus Trials: 1. Lewis, 8,64; 2. Mike Powell, 8,63; 3. Larry Myricks, 8,50; 4. Llewellyn Starks, 8,40. Éste se quedó fuera del equipo. Antes de la prueba de longitud en los Mundiales, Lewis había ganado los 100 metros con 9.86, récord del mundo. En la final saltaba primero Powell y luego Lewis. Ensayo inicial: 7,85 y 8,68. Segundo salto: 8,54 y nulo. Tercero: 8,29 y 8,83 con viento. Cuarto: nulo y 8,91 con viento excesivo de 2,9. Quinto: 8,95 de Powell, récord mundial, y 8,87 de Lewis. Sexto: nulo y 8,84 de Carl. Algo inolvidable, como la frase del Hijo del Viento. “Nunca pensé que saltando más de los 8,90 de Beamon iba a quedar segundo”. Por cierto, Beamon no esperaba que le quitasen el récord y durante el acontecimiento estaba durmiendo plácidamente en su casa de Florida. Ni siquiera veía la televisión.
Herb Elliott: no perdió nunca en la élite
Y termino el recorrido por el invicto de los invictos: el australiano Herb Elliott. Los historiadores clásicos, entre los que el mejor de los mejores es el italiano Roberto L. Quercetani (con quien he tenido el honor de trabajar en un libro) aseguran que sólo perdió una carrera de 1.500 o la milla en toda su vida, siendo júnior y a manos de un atleta de categoría absoluta. De sénior, jamás conoció la derrota. Su táctica era simple: tirar desde el principio al final. Era resistente y rápido, pero su velocidad terminal apenas tuvo que emplearla, porque destrozaba antes a todos sus rivales. Fue oro olímpico del kilómetro y medio en Roma 1969, con 3:35.6, que mejoraban los 3:36.0 que había logrado dos años antes. Esa fue la última vez que se batió un récord mundial de 1.500 durante unos Juegos, Mundiales o Europeos, en competición al margen de los mítines. Hay otras rachas impresionantes, como la del checo Emile Zatopek en 10.000 metros, con 38 victorias consecutivas. O la del qatarí de origen keniano Saïf Saeed Shaheen, con 28 triunfos seguidos entre 2002 y 2006…
Para Usain Bolt se inicia ahora la cuenta a cero. En la próxima carrera comenzará una nueva racha. Con Tyson Gay y Asafa Powell dispuestos a cercenarla lo antes posible.
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