viernes, 24 de febrero de 2012

EL "INGENUO" POSITIVO DE ALESSANDRA AGUILAR


Amaya Iribar / Carlos Arribas El País.com

Alessandra Aguilar forma parte de ese grupo de atletas que, al hilo de la Operación Galgo, alzó su voz contra el dopaje. La mejor maratoniana española, la única que estuvo en los Mundiales del verano pasado en Daegu, ha dado positivo por el estimulante heptaminol y se arriesga a una suspensión de entre tres y seis meses, ello a las puertas de los Juegos de Londres. Ella insiste en que no lo hizo intencionadamente: “Ha sido un error garrafal, de principiante, de ingenua total. Mi médico particular me recetó Denubil, un medicamento que no mejora el rendimiento, y yo confié en él y no leí el prospecto. Pero sé las reglas y asumo las consecuencias”.
El relato de la atleta, que se entrena en la pista del INEF de Madrid a las órdenes de Antonio Serrano, es el siguiente: su médico personal, que nada tiene que ver con su grupo de entrenamiento ni con la Federación Española, y que asesora a “muchos deportistas, no solo atletas”, le receta el medicamento en cuestión para combatir el cansancio y le pauta cómo debe tomarlo. A pesar de ser una atleta veterana -tiene 33 años y ya corrió el maratón de los Juegos de Pekín 2008: fue 54ª-, Aguilar no se fija en su composición, en esos 0,18 gramos de heptaminol que pueden apartarla de la competición varios meses y embarrar la imagen de atleta impecable que tenía hasta ahora la gallega.
El heptaminol es un estimulante específico que solo está prohibido durante la competición y que utilizan algunos deportistas para combatir la astenia, los bajones físicos y anímicos, en época de entrenamientos. Pero el pasado 8 de diciembre Aguilar compitió, y ganó, el cross de Cantimpalos (Segovia) que, además, se corrió un jueves en lugar del tradicional domingo. Le sometieron a un control antidopaje y dio positivo.
Estos días el ambiente se ha enrarecido en la Blume de Madrid. Los atletas ya quedaron divididos, e incluso enfrentados, con algún que otro episodio violento, desde que estalló la Operación Galgo en diciembre de 2010 llevándose por delante el grupo que entrenaba Manuel Pascua, imputado, uno de los más numerosos. El de Serrano, del que también forman parte los maratonianos Chema Martínez y Pablo Villalobos y la fondista Dolores Checa, surgió como contrapeso. La propia Aguilar, como muchos de sus compañeros, hizo entonces declaraciones tajantes contra el dopaje y se mostró favorable a endurecer las penas contra los deportistas tramposos. Su positivo se aireó ayer en un foro de Internet especializado en atletismo desde el anonimato y bajo el significativo sobrenombre de hipócritas.
Aguilar no está yendo a entrenarse estos días. “En cuanto supe que había dado positivo se lo conté a mi entrenador. Es complicado. Sigo siendo muy crítica con el dopaje. Pero esto no es lo mismo que otras sustancias como la EPO. En este caso no ha habido ninguna intención y no es una sustancia que mejore el rendimiento. Es como un frenadol. Ha sido un error... Pero sé que quien me quiera creer me va a creer, y quien no... Solo yo sé que todo lo que hecho, todo lo que he conseguido hasta ahora en mi carrera, ha sido por mi esfuerzo”, asegura Aguilar emocionada a través del teléfono.
¿Y el médico? “Se quedó sorprendido, pero asume su parte de culpa”. Con tanto revuelo, la maratoniana no está entrenándose con normalidad. “Ahora necesito unos días para relajarme porque han sido muchas cosas”, reconoce. “Si me apetece salgo a rodar, pero poco más”.
Alessandra Aguilar recogió ayer la notificación del contraanálisis que confirmaba lo que ya sabía desde hace 15 días. Ahora empieza el proceso. Es el turno de la federación española. De los abogados. De presentar alegaciones y esperar el castigo correspondiente. La sanción prevista por este tipo de sustancia es una suspensión de entre tres y seis meses. La federación española decidirá desde cuándo le aplica el castigo (a partir del 8 de diciembre). La atleta confía en llegar a los Juegos de Londres, que empiezan el 27 de julio. Aguilar ya tiene la marca mínima.
La atleta española no es la primera deportista que tropieza con el heptaminol. El nadador francés Frederic Bousquet dio positivo por la misma sustancia en el año 2010 y tuvo que alejarse durante dos meses de las piscinas.
Incluso con la pena máxima, podría estar en el maratón de la cita olímpica
Alessandra Aguilar tardará un tiempo aún en conocer cuál será su castigo. Por ahora le preocupa más lo que piensen de ella e insiste, una y otra vez: “Nunca he tenido intención de doparme. No es una sustancia que mejore el rendimiento. He cometido un error de principiante”.

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