Un salto para ser el rey del mundo y cinco para entrar en la
historia de la humanidad. Esa fue la receta del cubano Iván Pedroso (La Habana , 1972) en sus nueve
oros Mundiales y en su título olímpico en Sídney. Una valentía que le llevó a
retirarse con una marca mucho menor de la que se merecía, una mentalidad que
inculca a sus discípulos para volver a moldear campeones de los de
antes.Pregunta. Ha llevado al francés Tamgho a lo más alto en triple salto.
¿Cuándo va a ayudar a los españoles?
Respuesta. Estoy abierto para todos. He homologado mi título
aquí porque vivo en Guadalajara [su mujer es alcarreña]. Si algún día tuviese
la posibilidad de entrenar a atletas de la selección española, lo haría con
mucho gusto. Sería fantástico.
P. ¿Qué tienen los cubanos que les falte a los españoles?
R. Los atletas en Cuba son muy sacrificados y se entrenan
con la vista muy larga. Lo importante no es llegar a lo más alto, sino
mantenerse. Aquí están en Europa, en la parte más desarrollada. Es otro tipo de
mentalidad.
P. ¿Quién es el atleta más grande que ha visto?
R. Veía a Carl Lewis como un fuera de serie. Fue una
inspiración muy grande desde pequeño. Mike Powell era un loco compitiendo y a
mí me gusta la locura. Ahora está Bolt.
P. ¿Es Bolt el rey de reyes?
R. No tiene barreras ni límites. Si no es el mejor de la
historia ya, está a punto de serlo. Dentro de 50 años aún se seguirá hablando
de él. Si dice que correrá en 2020 es porque está bien. A las competencias
importantes llega al 200%. Es muy seguro. Yo también era así, no hacía falta
que llegase con la mejor marca.
P. ¿Qué le faltó a usted para saltar más de nueve metros?
R. Nunca me preocupé por saltar 8,80 u 8,90, quería dar el
salto... Si la máquina del tiempo me permitiese volver atrás, iría paso a paso
para estar ahora entre los más grandes y no con el 8,71 con el que me quedé.
Hice muchos nulos de más de nueve metros, pero fueron nulos, no están en los
libros. Eso es lo único que me molesta de mi carrera: mirar los rankings. Quizá
me faltó competir con el mejor Powell o el mejor Dwight Phillips para que me
obligasen a saltar más. Powell tiene el récord del mundo -8,95- porque cogió la
mejor competencia de siempre, Lewis hizo plata con 8,91.
P. Pero usted saltó más que nadie con aquel 8,96 en
Sestriere en 1995, que le anularon más tarde por una discusión sobre el viento.
R. Fui plusmarquista mundial por poco tiempo. Es el recuerdo
más amargo que he tenido en mi vida. Es muy difícil alcanzar un récord del
mundo, por todo el entrenamiento que requiere y porque se tienen que dar todas
las condiciones. La gente me dice por la calle que yo tengo el récord, pero eso
no está en los libros y dentro de 20 años...
P. ¿Qué le pasa a su prueba?
R. El salto de longitud ha tenido un bache. El nivel ha
bajado tanto que cualquiera puede ganar. El triple sigue con un nivel altísimo,
la longitud femenina también, pero la masculina lleva unos años que con 8,20
estás en las medallas sin problemas. El que no lo aproveche es porque no
quiere. Yo en los Juegos de Atenas fui séptimo con 8,23.
P. ¿Ha llegado la hora de Eusebio Cáceres?
R. Eusebio está muy bien, pero ha tenido muchos problemas
físicos. Ojalá pueda llegar a los registros que toda España y yo estamos
esperando. Cuando le veo, le doy muchos consejos a nivel técnico. Todavía le
queda mucho porvenir, pero los años pasan. Tiene condiciones para superar la
marca de Lamela, pero hay que trabajar. Está con deseos de recuperar su nivel y
creo que puede hacerlo.
P. ¿Qué relación tenía con Yago Lamela?
R. Me impactó mucho su fallecimiento tan joven. Fue un golpe
muy duro para España y para el mundo. Como atleta, en el poco tiempo que
estuvo, me hizo saltar mucho. Él lo hizo muy bien y podía haber mejorado un
poco más. Al principio, cada uno iba por su lado, éramos rivales. Poco a poco
tuvimos relación. Era una persona fantástica, chévere, pero introvertida.
P. El referente del atletismo español es ahora un vallista:
Orlando Ortega. ¿Tiene madera de oro olímpico?
R. Sí, lo está demostrado. Recientemente firmó 7.49 en una
distancia como los 60
metros vallas que para él es muy corta porque es de los
que reaccionan un poco tarde. Está entrenándose muy bien. Ojalá vaya a los
Juegos. Fuimos compañeros de equipo y somos amigos. Para mí sería súper que
compitiera en Río.
P. ¿Respeta su decisión de correr por España?
R. Respeto y 'superrespeto' su decisión de competir por
España. Él quiere competir en los Juegos y ojalá lo haga.
P. ¿Cómo es Sotomayor?
R. Una persona muy sencilla. Todo el mundo lo quiere en Cuba
y en el mundo. Es un guía para mi generación, un espejo. Yo quería ser como él
y después quería ser más que él. Cualquier atleta del mundo desearía tener una
referencia de tanto nivel y prestigio.
P. ¿A quién más admira?
R. A muchos otros. Messi, Jordan... Las cosas fuera de lo
normal son las que admiro. Me pasaba con Bubka en atletismo, me pasa con
Carolina Marín en bádminton, que triunfa entre tantas asiáticas.
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