ANDRÉS ARMERO
Marca.com
El murciano Antonio Peñalver batió el récord de España de
heptatlón en Génova, en un año mágico para el atletismo patrio, como aperitivo
a su inolvidable medalla de plata de Barcelona 1992 en decatlón. Cerca de 24
años después, Jorge Ureña, un joven educado en la cultura de las pruebas
combinadas, reventó su plusmarca indoor en Reims (Francia) traicionando a los
focos y a las teorías de los profetas, pero no a su manera de concebir la
vida."Jorge es imprevisible. No nos esperábamos esto, ni José Antonio ni
yo", apunta Jesús Gil, el entrenador que ha dado forma, junto al padre de
la criatura, a un titán de 22 años. La misma dupla responsable del nacimiento
deportivo en Onil del 'Saltamontes' Eusebio Cáceres. Pero no fue en salto de
longitud, con 7.21 metros ,
donde Ureña levantó un monumento al atletismo.
Un registro top
Fue en los 60
m vallas, con un estratosférico 7.83 -sólo dos
centésimas más que la marca que había logrado la víspera en Valencia el
vallista español del origen cubano Yidiel Contreras-, donde Ureña consiguió
1.025 puntos y la admiración de medio planeta. "Es un marcón. La primera
jornada no fue excesivamente buena, pero la pértiga -con 5,02 metros- y las
vallas lo cambiaron todo".El de Onil -que también firmó 7.01 segundos en 60 m , 13.52 en lanzamiento de
peso, 2.03 en salto de altura y 2:41.10 en el 1.000 final- sumó 6.076 puntos,
14 más que el mítico Peñalver en Italia. "Venía de 15 días en Canarias y
sólo lo vimos en dos entrenamientos. Pero él es así, un competidor nato",
continúa Gil sabedor de que su pupilo todavía no ha tocado techo. "Tiene
margen para mejorar la puntuación, sobre todo en la primera jornada y quizá en
los 1.000 metros ".
El sueño del MundialLa gesta de Ureña puede abrirle las puertas de otra gran
cita. "Con esa marca tiene muchas opciones de ir al Mundial de
Portland", explica el técnico con la esperanza de que la Federación Internacional
escoja a su pupilo entre la docena de superatletas que competirán en el
escaparate indoor de Oregón.En verano, un chico que "no nació rápido, sino
que se ha hecho rápido con mucho trabajo", volverá a acelerar para vivir
en decatlón su primera gran experiencia olímpica. Gil toma la palabra para
dejar claro cuál es el nivel de exigencia: "Ni es para soñar con la plata
ni tampoco para estar siempre con el argumento de que eres joven, porque el
tiempo pasa volando y un día dejas de serlo. Hay que aspirar a mejorar la
puntuación en estas grandes competiciones".Pese a la herencia de Peñalver,
"España está a años luz del concepto de las pruebas combinadas, que son
una doctrina en otros países". Gil lo tiene claro: "Nos falta mucha
cultura deportiva y en combinadas más". Mientras existan Ureña y Onil
todavía habrá esperanza.
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