ANDRÉS ARMERO
Marca.com
El tamaño no importa cuando tienes el corazón de un gigante.
La lanzadora de peso Raven Hulk Saunders enviaba este recado al mundo tras
firmar una de las mayores gestas deportivas del año. "En una especialidad
de evolución lenta, la madurez se alcanza a los 30", como explica el
plusmarquista español Manolo Martínez, la estadounidense hizo temblar la tierra
con un registro de 19.23
metros a los 19 años.Las barras y las estrellas de los
calcetines con los que compite recuerdan al planeta que la suya es una historia
americana. Todo comenzó hace un lustro. "Veía vídeos en Youtube de Randy
Barnes -mejor lanzador de todos los tiempos- y practicaba su técnica giratoria
en la biblioteca de mi instituto", mientras los demás alumnos estudiaban.
La rotación de su compatriota, "estilo utilizado por los grandes
lanzadores de peso y, poco a poco, cada vez más mujeres", como recuerda
Úrsula Ruiz, la mejor española en la actualidad, dio un vuelco a la vida de
Saunders.
El sábado, en el Iowa State Classic, rubricó la mejor marca
mundial de 2016 y se colocó como quinta mejor lanzadora estadounidense 'indoor'
de la historia
Sus marcas comenzaron a crecer a la misma velocidad que la
inversión económica necesaria para competir lejos de casa. Por ello, esta
apasionada del baile y del piano tuvo que sacar una partitura moderna para
afrontar un problema de financiación clásico en su deporte: el crowdfunding.
"Fue un instituto de mi zona, no el mío, sino uno de los rivales, el que
me donó la mayor cantidad", reconoce a la página web de la IAAF. Aquel mecenazgo
le permitió viajar a Oregón a conseguir una plata mundial júnior hace dos años.
El sábado en Ames, en la Iowa State Classic,
rubricó la mejor marca mundial de 2016 -récord universitario de su país- y se
colocó como quinta mejor lanzadora estadounidense indoor de la historia,
séptima si también se consideran los registros al aire libre. Ahora sueña con
ir a Río como antesala de "una medalla de oro en Tokio 2020"."Yo
me acabo de enterar y estoy asombrada, pero seguro que Valerie Adams -la reina
neozelandesa de la disciplina- ya ha tomado buena nota", comenta Úrsula
Ruiz utilizando el emoticono de unos ojos abiertos como platos. Así se quedó también
Superman Martínez, pero su conclusión es más castiza si cabe: "¡Tenemos
niña para rato!". Nació 30 años más tarde que Randy Barnes. Lleva su sello
tatuado en un corazón gigante.
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