CARLOS ARRIBAS
El País.com
Marta Domínguez, de 40 años, gozaba de exenciones fiscales,
de privilegios para acceder a la universidad, de puntos extra en las
oposiciones a funcionaria del Estado, al Ejército y a la Policía y del derecho a
afiliarse a la
Seguridad Social como autónoma especial. Todos esos
beneficios derivaban de su condición, compartida con otros más de 1.000
españoles, de deportista de alto nivel. Todos ellos los ha perdido como
consecuencia de su sanción de tres años por dopaje decidida por el Tribunal
Arbitral del Deporte (TAS) el pasado mes de noviembre y así, en forma de resolución
firmada por Miguel Cardenal, presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD),
lo publicó ayer el Boletín Oficial del Estado(BOE). Es el último acto, por el
momento, en la demolición del mito de Marta Domínguez.
La atleta palentina, sancionada por dopaje sanguíneo, según
se desprendió de su pasaporte biológico, hasta el 12 de octubre de 2017, ya
había perdido todas las victorias, títulos y medallas conquistados en las
pistas y campos desde agosto de 2009, incluidos el oro en el Mundial de Berlín
de 2009 y la plata en los Europeos de Barcelona de 2010.
Colaboración con Nike
Sin embargo, aún debe cumplir con los reglamentos
federativos y las decisiones de su junta y devolver las becas y ayudas, los
premios económicos y distinciones honoríficas obtenidos desde la fecha de su
infracción. A raíz de su triunfo en Berlín, la federación española nombró a
Domínguez atleta del año en 2009 y a su entrenador, César Pérez, también
implicado en operaciones antidopaje, mejor técnico. En 2010, el CSD le concedió
el premio Reina Sofía por sus logros. Ambas instituciones deben aprobar ahora
la retirada de los honores.
Por el primer puesto de Berlín, la atleta percibió de la IAAF más de 50.000 euros, que
depositó, según las investigaciones de la Guardia Civil , en
una cuenta en Andorra. Por el resto de becas y ayudas de la federación, la Junta de Castilla y León y
el plan ADO (unos 170.000 euros) no tributó al estar exenta de ello por ser
deportista de alto nivel. Con lo recibido por participar en otras carreras,
incluido el circuito Divina Pastora, que corrió como atleta de referencia
elegida por la federación, llegó a ingresar entre los años 2009 y 2012 más de
230.000 euros, que debería devolver.
Domínguez aún mantiene su colaboración con Nike, una
compañía que no suele romper sus relaciones con los atletas dopados y que ya en
diciembre de 2010, cuando fue detenida en la Operación Galgo
contra el dopaje, hizo público un comunicado reafirmando su apoyo a la
deportista palentina.
Tras retirarse profesionalmente, Domínguez participó en
carreras como la San
Silvestre Vallecana, en Madrid, y la Cursa dels Bombers, en
Barcelona, patrocinadas por Nike. En los años en los que comenzó a citarse el
nombre de Marta Domínguez en informaciones sobre dopaje, la firma de zapatillas
deportivas de Oregón reconvenía a otros de los atletas españoles que
patrocinaba cuando estos opinaban de manera crítica sobre su compañera o sobre
el dopaje.
Marta Domínguez, retirada de la competición atlética desde
febrero de 2013 y de la carrera política, en la que llegó a ser senadora, desde
las elecciones del 20 de diciembre pasado, cuando el Partido Popular quitó su
nombre de las listas al Congreso, figuró por última vez como deportista de alto
nivel en el listado publicado por el BOE el 1 de junio de 2013, pero la ley del
deporte establece que los beneficios perduran hasta cinco años después de su
inclusión en la categoría, por lo que deberían haber terminado en el mes de
junio de 2018.
La resolución del CSD aplicando la misma ley del deporte ha
acabado con los beneficios de la en su momento considerada mejor atleta
española de la historia dos años y medio antes del plazo fijado.
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