CONXI MOLLÀ
El País.com
Orlando Ortega, que dudó hasta el ultimo minuto si corría y
lo hizo finalmente infiltrado en un abductor, se tuvo que conformar hoy con el
segundo puesto en Berlín pese a haber hecho una gran carrera y cruzar la meta
con 7,51s, dos centésimas superior a la marca que consiguió hace unos días y
que figura como récord de España. Aquella marca, 7,49s, era también la mejor
mundial del año, honor que perdió en la capital alemana a manos de Dimitri
Bascou, el ganador de la prueba con 7,41s, nuevo récord de Francia.
“Mi hijo hizo una
buena arrancada, pero después de la segunda valla no le fue posible cambiar de
ritmo. La segunda parte de la carrera es el tramo más fuerte, donde se imprime
la velocidad”, comentaba su entrenador, Orlando Ortega padre, al término de la
carrera. Después de las semifinales (7,61s) sufrió un tirón y tuvo que ser
infiltrado. Estuvo a punto de no correr la final pero al final decidió salir
porque, pese a todo, había llegado en muy buen estado de forma y lo había
demostrado al ganar la semifinal con superioridad.
El sábado en una Mercedes Benz Arena con más de 12.000
espectadores habría sido una oportunidad perfecta para batir no solo el récord
de España, sino también su mejor marca personal. Para acelerar el ritmo de
carrera estaba el ganador, el francés Dimitri Bascou. Él y su compatriota
Darien Garfield salieron arrollando ya en semifinales, al imponerse con
7,52s y 7,63s. En la final, Bascou voló
sobre las vallas con elegancia: buena salida, buena transición y un sprint final
que fue decisivo para parar el crono en 7,41s. Con este registro mejora en
cinco centésimas su mejor marca personal. El francés se no se lo podía ni
creer: “Ha sido una sorpresa muy positiva, el récord francés tenía ya mucho
tiempo y hoy he logrado batirlo", dijo. "Mi entrenador me dijo hace
dos días que haría esta marca y no me lo terminaba de creer. Ahora, creo que
todo es posible.”
Ortega tiene ahora por delante tres competiciones más:
Glasgow y el mitin de Madrid en febrero y el Campeonato de España en marzo.
Pero su participación dependerá de lo que digan los médicos. “No es nada grave
pero queremos asegurarnos bien porque no queremos poner en peligro el gran
objetivo de esta temporada, los Juegos de Río. Si todo está bien, lo veo
preparado para bajar de 7,40s", concluía con optimismo Orlando Ortega
padre.
En la misma prueba, Yidiel Contreras, el segundo
participante español, terminó quinto con 7,70s, por lo que no pudo mejorar su
marca personal.
7,00s de Schippers en los 60m
La primera mejor marca mundial de la temporada que se hizo la
reunión de Berlín se la regaló al entregado público una mujer: Dafne Schippers.
La holandesa, campeona mundial de 200m al aire libre, ganó las semifinales con
7,04s y parecía que se había dado un paseo. Después, remató la marca en la
final: se impuso con 7,00s y con la misma superioridad que había demostrado en
semifinales. “Estoy muy contenta con estos siete segundos porque normalmente
corro los 100 y 200
metros , me van mejor porque soy muy alta”, declaraba la
velocista holandesa tras su tremenda carrera con la que borraba el nombre de
Nelly Cooman, una diminuta bala de cañón, como plusmarquista holandesa. Por
eso, Schippers ya ha anunciado que en Río participará en esas dos distancias.
En el Mundial de Pekín, aparte del oro, bajó de 22s y batió el récord de
Europa, con 21,63s. Desde entonces, es quizás la deportista más famosa de
Holanda.
Otra de las actuaciones más esperadas fue la de Renaud
Lavillenie. La estrella francesa de la pértiga empezó a saltar asegurando sobre
5,69 metros ,
muy por debajo de lo que es capaz de alcanzar. El campeón olímpico ya había
anunciado que llegaba arrastrando problemas físicos desde enero y hoy esa
inseguridad se vio en sus saltos. Entraba con velocidad al foso pero sin
decisión. Después cogía altura suficiente pero entraba corto al foso, caía
desplomado sobre el listón y se volvía cabizbajo a hablar con su entrenador.
Recuperó confianza al saltar a la primera sobre 5,85 metros . Pero ese
fue su último salto válido antes de despedirse segundo de la competición. En
los entrenamientos de las últimas semanas no había pasado de los 5,80 y hoy no
pudo superar los 5,93. El único que pudo hacerlo fue el brasileño Tiago da
Silva, que ganó la competición. El alemán Holzdeppe, que también pretendía
atacar hoy la barrera de los seis metros se despidió tercero con 5,77.
Robert Harting cerró con una gran ovación del público alemán
esta tercera edición de la
ISTAF. “Das ist ein geiles Comeback”, una vuelta
espectacular. Así describió el lanzador de disco alemán su vuelta a las pistas
tras más de un año recuperándose de varias operaciones en la rodilla. El
campeón olímpico y mundial se impuso en Berlín con un lanzamiento de 64,81 metros , 47 centímetros más
que su hermano pequeño, el también internacional Christoph Harting. “Esperaba
lanzar 62 o 63 metros ,
así que estoy muy contento. Nunca olvidaré esta competición”. No la olvidará
porque con este triunfo rememora la emoción de su victoria en el Mundial de
2009 aquí en Berlín. En el último intento, lanzó el disco a 69,43 metros y se alzó
con el oro.
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