MARÍA MARTÍN
El País.com
La preocupación de la comunidad internacional por la
expansión del virus del zika, que tiene a Brasil como epicentro del brote, ya
cuestiona la celebración, en agosto, de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro.
“Acoger los Juegos en un lugar rebosante de Zika, un brote que la Organización Mundial
de la Salud
considera una emergencia de salud pública de importancia internacional, es ,
sencillamente, irresponsable”, escribió en la revista Forbesel doctor Lee Igel,
profesor de la Universidad
de Nueva York, bajo el título “El brote de zika significa que es el momento de
cancelar los Juegos Olímpicos de Río”. Igel afirma que la celebración de un
megaevento como ese “supone un estrés en las cuestiones económicas, políticas y
sociales del país que lo acoge y, en el caso de Brasil, afecta también a su
sistema de salud”. Los hospitales de Río de Janeiro, por falta de inversiones,
viven hoy una crisis monumental y lidian diariamente con la falta de
medicamentos y utensilios básicos como gasas y jeringas. “Si además
consideramos que hay un aumento en el índice de contagio por el virus, está
claro que hay que cuestionar sobre la mejor manera de usar los recursos”,
explicó Igel a EL PAÍS.
Colega de Igel en la Universidad y también responsable por el artículo
de Forbes, el doctor Arthur L. Caplan, sugiere que se contemple posponer el
evento. “Si la epidemia continúa, es probable que algunas atletas femeninas no
vayan y que muchos turistas cancelen. Lo más prudente y responsable es posponer
los Juegos hasta tener una prueba diagnóstica confiable y que el dinero que se
necesita para controlar el virus pueda invertirse”, escribe Caplan por email.
Caplan también pone en duda la capacidad de la ciudad para asumir el desafío
del Zika mientras corre a contrarreloj para ultimar los preparativos del mayor
evento de su historia. “La mejor precaución es el control del mosquito, pero
eso significa deshacerse de agua estancada, limpiar los recipientes que puedan
acoger las larvas, fumigar… Es mucho trabajo ¿Es Río capaz de asumirlo mientras
trata de terminar a tiempo las instalaciones olímpicas, lidiar con la calidad
del agua para las competiciones acuáticas, prevenir el terrorismo y resolver
sus problemas de presupuesto?", cuestiona Caplan.
El Gobierno brasileño, por su parte, descarta cancelar los
Juegos. El ministro de la
Casa Civil Jaques Wagner, afirmó que el brote sí puede
perjudicar la llegada de turistas a Brasil, pero no cree que haya cancelaciones
de viajes a largo plazo. “El riesgo grave es para las mujeres embarazadas. En
esos casos no es recomendable, evidentemente".
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