EFE
El atleta gerundense Ángel Mullera, suspendido dos años por
eludir un control de dopaje, ha escrito en Facebook que lleva "siendo un
terrorista desde los Juegos de Londres" y acusa a la Agencia Española
Antidopaje (AEPSAD) de saltarse las normas.El Tribunal de Arbitraje Deportivo
español (TAD) anunció la sanción de dos años al obstaculista catalán por eludir
un control antidopaje el pasado verano durante un entrenamiento.
Mullera dice que escribe para sacar lo que tiene dentro y
que "la gente vea la mierda que existe en este deporte, en el que reina la
política, el poder de personas que van cambiando de departamento y les importa
poco si destrozan una carrera deportiva".Dice que vive un calvario"
Personas que no se han calzado ni unas zapatillas y tienen
la legitimidad de juzgarte, dependiendo de si les caes bien o es una buena
imagen para el país y no se preguntan nunca si ellos lo son. Personas sin
escrúpulos que piden respeto y los únicos irrespetuosos son ellos, personas que
ponen normas que se han de cumplir y los primeros que las infringen son ellos,
y el culpable es la persona más frágil, el deportista, constantemente tratado
como un delincuente", explica.
Mullera asegura que vive "un calvario desde el
2012", cuando fue apartado de la selección olímpica española por unos
correos electrónicos en los que supuestamente se refería a productos dopantes,
aunque el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) le habilitó, finalmente, para
competir en Londres."Aquel mes de julio me di cuenta de cómo está
politizado el deporte. Fui a correr los Juegos Olímpicos pero perdí la ilusión
de seguir corriendo. He seguido para enseñar a los más jóvenes que las cosas de
color negro pueden cambiar a un color más bonito, pero desde dentro, la energía
se ha ido apagando", subraya.
El obstaculista, bronce en los Europeos de Zúrich 2014,
afirma que pese a sus lesiones, este verano acudía a las pistas "porque
era mi obligación -dice- estar allí por si venían los agentes de dopaje a
pasarme el control"."Aquel día", recuerda, "también estaba,
en el lugar y la hora que tocaba, cumpliendo con mi obligación como los 365
días que has de estar. Mi actuación aquel día la volvería a hacer, ya que mi
intimidad y la de mi familia está por encima de todo. Nunca me he negado a
ningún control antidopaje, pero nunca me habían faltado al respeto de aquella
manera y más cuando no habían hecho lo que tocaba, que era buscarme en mi lugar
de trabajo".
Las quejas de Mullera
"No me llamaron como debían hacerlo, en definitiva: han
hecho los que les ha dado la gana, y lo peor es que la AEPSAD apoya las malas
actuaciones. Dos médicos que trabajan sin estar colegiados en España, por lo
tanto, según la ley, sin poder ejercer en este país, pero ellos siempre tienen
la razón y nunca aceptan su error. Se han saltado las normas por ir al lugar y
a la hora que no tocaba, han intentado acceder a mi casa sin ningún permiso,
haciendo fotos desde fuera tratándome como un delincuente perseguido hasta la
muerte", denuncia."No sé de qué me sorprendo, llevo siendo un
terrorista desde los Juegos Olímpicos de Londres, pero nunca te
acostumbras", añade. "Parece que las normas de esta agencia y las
instituciones que están por encima de ellos, son las de tocarte los cojones y
sobre todo hacer lo que les dé la gana. Y por aquí no paso, no quiero formar
parte de un juego en el cual el dado está trucado y donde siempre mueven ellos
la ficha", anuncia.
Mullera señala que ha tenido que gastarse 40.000 euros en
abogados y no ha recibido nunca ninguna disculpa, aunque termina:
"Necesito hacer limpieza, recuperar la energía y la motivación que una
pandilla me ha robado. Volveré y seré más fuerte que nunca"
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