TOMÁS CAMPOS
Marca.com
Renaud Lavillenie pasará a la historia como uno de los
mejores pertiguistas pero va camino de retirarse sin un título mundial. Ayer
volvió a quedarse a las puertas, con un amargo bronce que además fue un mal
menor, porque estuvo muy cerca de quedarse fuera de un gran podio por primera
vez desde 2007. El ganador fue el estadounidense Sam Kendricks, que este mismo
año entró en el exclusivo club de los seis metros junto al polaco Piotr Lisek,
que se tuvo que conformar con la plata.
Visto así, el resultado no es malo para el plusmarquista
mundial, que además tuvo que lograr su mejor marca del año (5.89) para
encaramarse a la tercera plaza. El problema es que Lavillenie estuvo muy cerca
de superar el listón sobre 5.95 en su primer y segundo intento, algo que le
hubiera valido para ganar la prueba pues Kendricks firmó esa misma altura al
tercer intento. Al francés le quedaba aún una bala y trató de quemarla sobre
6.01, una altura que en condiciones normales está a su alcance pero que esta
temporada le ha quedado grande. El bronce de anoche, en el mismo escenario
donde cinco años atrás ganó su único oro olímpico, se une a la plata de Moscú
2013 y los terceros puestos de Berlín 2009, Daegu 2011 y Pekín 2015. El
problema es que tanto Kendricks como Lisek tienen 24 años y el vigente campeón
olímpico Thiago Braz, ausente en Londres por lesión, 23, así que sus opciones
de alcanzar ese ansiado oro mundial empiezan a complicarse seriamente
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