Es alegre, extrovertido... Tiene la simpatía que le falta a Tyson Gay, Asafa Powell, Usain Bolt... Derrick Atkins está llamado a ser uno de los abanderados de este deporte. Es lúcido, bromista, incisivo, incluso, corrosivo... Su fina ironía se clava como una aguja. Nació en Jamaica pero sus padres se trasladaron a Bahamas cuando él apenas tenía dos años de edad –sirva de curiosidad que es primo segundo de Asafa Powell–. Se proclamó subcampeón del mundo de los 100 metros el año pasado en Osaka pero en la calurosa ciudad de Los Angeles, admitió: “Este será mi año. Que nadie se olvide de mí. Me clasificaré para la final de los Juegos y pelearé por la victoria. Me encuentro mejor que nunca y he trabajado duro para este momento”.
Afincado en su base de Gainesville, en Florida, donde se entrena a las ordenes de Mike Holloway, agradece el apoyo que le brinda Estados Unidos: “un país que me ha recibido con los brazos abiertos. Bahamas es una isla pequeña, hay pocas instalaciones deportivas y las condiciones no son las mejores. Aquí puedo aprender más”, recalca para matizar al instante: “pero no olvido de donde soy”. Recuerda que su relación familiar con Asafa Powell es por parte de madre: “aunque cuando estamos en la pista, ni le miro a la cara. Aa mi me da igual quien sea. Es un rival más al que hay que ganar”. Asegura que no tiene amigos en el circuito y que para ser un buen velocista, es necesario tener ‘ego’: “Yo no concibo a un sprinter humilde... No lo fueron en su día ni Carl Lewis, ni Jon Drummond, ni Maurice Greene... El ego es importante, porque es la afirmación de la propia personalidad en la pista”. Reconoce que el atletismo en los Estados Unidos “atraviesa una grave crisis, todo lo contrario de lo que ocurre en Europa, donde los estadios se llenan de público: “pero, claro, hay están los casos de Gatlin, Montgomery, Marion Jones... ¿Qué más podemos hacer nosotros por la credibilidad de este deporte?”.
“Con Asafa nunca hablo de atletismo”
“Tenemos una relación bastante fluida y es verdad que nos enviamos correos electrónicos con cierta frecuencia pero nunca hablamos de atletismo. Ese tema está prohibido entre nosotros. Lo estropearía todo...”.
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