domingo, 29 de junio de 2008

Wariner imagina un final perfecto en Pekín


Este es el escenario perfecto para el campeón olímpico y mundial de atletismo Jeremy Wariner, una impresionante imagen que ha contemplado innumerables veces:

La fecha es el 21 de agosto y él corre hasta llegar a la línea de llegada en la final de los 400 metros en los Juegos de Pekín, aclamado por 91.000 personas que ocupan toda la capacidad del estadio nacional "Nido de Pájaro."

Dejando a sus competidores más cercanos tras su estela, el velocista estadounidense, de 24 años, retiene la medalla de oro que ganó en Atenas 2004 quebrando el récord mundial conseguido por su asesor y mentor, Michael Johnson.

"Pienso en eso todo el tiempo," admitió Wariner, quien ha dominado en la competencia de los 400 metros planos durante los últimos cuatro años.

"Me encantaría romper el récord en el momento más importante, sabiendo que hay millones de personas mirando y que quedará en la historia (...) Todavía hay mucha gente que habla de los 200 de Michael en 1996. Si quiebro el récord mundial en Pekín, me gustaría que ellos también me recuerden de la misma manera," señaló el corredor.

Johnson, quien al igual que Wariner es de Texas, destrozó su propia marca mundial en los 200 metros con un impresionante tiempo de 19,32 segundos en los Juegos de Atlanta 1996. Ese registro todavía se mantiene vigente.

Su récord mundial en los 400 metros llegó tras cronometrar 43,18 segundos en el Mundial de Sevilla de 1999, e implica una medida del hombre que en los últimos cuatro años ha dado lo mejor para ayudar a Wariner a ir más rápido.

INTENTO POR EL RECORD

"La manera en que Michael observa su marcas muestra que él sabe que los récords están hechos para ser rotos. El quiere que sea quebrado," manifestó Wariner semanas atrás, antes del evento Adidas Track Classic en Carson, Estados Unidos.

"Con mi talento, el modo en que entreno y la dedicación que pongo, él sabe que puedo hacerlo. Me dice: 'Puedes conseguirlo este año, el que viene o el otro. Cuando llegue el momento, lo sentirás mientras estés corriendo,"' contó el velocista.

El atleta dejó en claro que no le falta confianza.

"Si todo se da de la manera correcta y corro una carrera perfecta, allí haré el intento por quebrar el récord. Tengo el potencial y el corazón para hacerlo," remarcó.

Wariner, cuyo mejor tiempo personal es de 43,45 segundos, obtenido para ganar el título mundial en septiembre de 2007 en Osaka, sigue recibiendo consejos de Johnson mientras es entrenado por Michael Ford, quien reemplazó a Clyde Hart en el cargo.

"Michael (Johnson) nunca me entrenó. Sólo me dio consejos acerca de lo que él veía en mis carreras (...) "El hablará con mi entrenador acerca de eso y ambos acordarán en qué debo trabajar más," aclaró Wariner acerca de su mentor.

"Luego vendrán y me dirán qué es lo que acordaron y lo haremos. Michael (Johnson) significa mucho en mi vida, es genial tener la posibilidad de hacerle preguntas acerca de cualquier tema," confesó el corredor.

NUMERO UNO

Tal vez, el mejor consejo que Wariner recibió de Johnson haya sido que se sienta invencible mentalmente ante sus rivales.

"Michael siempre me dijo eso. Cuando corro, tengo que convencerme de que soy el número uno y de que nadie puede vencerme," recordó el campeón mundial de los 400 metros.

"Para mí, es importante ganar todo lo que haya antes de los Juegos porque tengo que mantener la concentración y la confianza sabiendo que puedo ganar," indicó.

Wariner también cree que él y Johnson comparten un enfoque similar acerca de la mecánica de los 400 metros.

"Mucha gente dice que yo hago que la carrera parezca fácil, pero, a mi entender, Michael logra que parezca mucho más fácil todavía," expresó el estadounidense.

"Técnicamente, ambos hacemos la misma carrera, aunque hay algunas diferencias. El puede correr los primeros 200 metros un poco más rápido que yo porque su velocidad es mejor que la mía, pero mi fuerza es mayor, por lo que soy un poco mejor en los últimos 200," describió Wariner.

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