Hay muchas cosas que influyen en la preparación de los Juegos. Por ejemplo, que en España no haya hecho el calor habitual te perjudica de cara a prepararte para la carrera de Pekín, donde se prevén condiciones climáticas extremas. ¿Influirá?
Es muy importante, porque van a ser unos Juegos muy duros. En Pekín las condiciones climatológicas van a ser extremas, aunque el calor y la humedad serán similares a las del Mundial del año pasado en Osaka, a lo que hay que añadir la contaminación. Afronto los Juegos con mucha veteranía, psicológicamente soy mucho más fuerte y creo que, siendo unos cuartos Juegos, sé de lo que estoy hablando.
La contaminación ha sido un tema muy polémica, sobre todo por la renuncia de Gebreselassie a correr el maratón. ¿Qué temes más, el calor o la contaminación?
Es todo un poco, el conjunto. Miedo no le tengo a nada ni a nadie, sólo respeto. Voy a preparar la Olimpiada en condiciones muy duras. Trabajaré en Tenerife y Barcelona para que no sea tan chocante el choque climático, aunque nunca será igual. Si me preparara los tres meses anteriores en Pekín, mi cuerpo no llegaría, así que aterrizaré allí 15 ó 20 días antes para aclimatarme poco a poco. El día de la competición es otra historia, hay que estar psicológicamente muy preparado, y creo que voy muy preparada.
¿Por qué son especiales unos Juegos Olímpicos?
En el caso de la marcha, a nivel competitivo una Olimpiada es igual que un Mundial o un Europeo, porque a mí siempre me ganan europeas: las rusas, alguna bielorrusa... Lo especial es que son todos los deportes. Unos Juegos es lo máximo a lo que se puede aspirar en deporte. Es una esencia muy diferente. Ya sólo cómo lo vive el país... Un Mundial o un Europeo mucha gente no se entera ni de que existen, pero con los Juegos llevamos un año que es una pasada lo que se habla de Pekín.
¿Es el bronce de Sidney 2000 el mejor recuerdo de tu carrera?
Me tengo que sentir muy orgullosa de esa medalla, porque soy la primera y única mujer en España que tiene una medalla olímpica en atletismo. Eso queda escrito de por vida. Ahí se dio a conocer a María Vasco a nivel mundial, y eso nadie me lo puede quitar. Sin embargo, tengo un muy buen recuerdo de la medalla de los Mundiales del año pasado, porque el año anterior estuve a punto de dejar el atletismo y seguí entrenando porque era una espina que tenía clavada, algo muy personal. Conseguir una medalla después de tantos años fue algo muy especial. Así que tengo dos grandes recuerdos: 2000 y 2007.
¿Serán tus últimos Juegos?
No lo sé. Mi objetivo principal es llegar al Campeonato de Europa de 2010, que se celebra en Barcelona. Si todo va bien allí, pues igual se sigue hasta 2012. Ahora tengo 33 años y es cuando mejor estoy, porque en carreras de fondo, cuanto más mayor, mejor. La cabeza es muy importante en esta especialidad. Estoy atravesando una etapa de mi vida deportiva muy buena, así que no me pongo tope. Serán mis cuartos Juegos y quiero vivirlos. Luego, ya veremos.
Los marchadores sois casi la única apuesta segura de nuestro atletismo. ¿Es una presión extra?
No es una presión extra, pero es cierto que sólo se acuerdan de nosotros por las medallas. El resto del año parece que no existimos, y al final salvamos el medallero no sólo del atletismo, sino de todos los deportes. Bueno, nosotros nos sentimos orgullosos de que en España tengamos esta potencia en marcha, y cuantas más medallas saquemos, mejor. El año pasado, de tres medallas en los Mundiales, dos fueron en marcha. Eso indica que el nivel de marcha atlética es muy alto.
Para otros deportes, unos Juegos son una competición, muchos partidos... Incluso en otras disciplinas del atletismo hay series o diferentes intentos en saltos o lanzamientos. Sin embargo, para los marchadores todo se juega a una carrera...
Sabemos a lo que jugamos. Esto es así e, igual que llevas una técnica y te pueden descalificar, sabemos que son las reglas del juego. Es tener mala suerte que el día D a la hora H te sientas mal. Somos seres humanos y no vamos a pilas, así que ese día te puedes levantar mal o que te pasen mil historias. Quizá a veces la gente también debería pensar en ello.
¿Te hace especial ilusión convivir con algún deportista en particular?
Normalmente me rodeo sobre todo de marchadores, o de atletas, así que me hace mucha gracia encontrarme a los de baloncesto, gente que ves en la tele y que no tienes tan cercana. Pero no soy la típica que va a hacerse fotos con ellos, porque soy bastante vergonzosa. Estar en una Villa Olímpica con gente de tantos deportes gusta mucho.
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