La expectación mundial por los USA Simming Trails, en Omaha, Nebraska, que tendrán lugar del 29 de junio al 6 de julio, crece cada día, al ser decisivo para integrar la selección olímpica de Estados Unidos para Pekín 2008, y desde el cual será un honor reportar para mis amigos de adrenalina.
Ahora quisiera compartir con ustedes mi análisis de los nadadores de Estados Unidos que tienen más posibilidades en el estilo libre, tanto en pruebas de velocidad como de distancia, ramas varonil y femenil, de manera individual y en relevos.
Les puedo asegurar que las pruebas de velocidad de mujeres las encabezarán Natalie Coughlin, Dara Torres —quien a sus 41 años busca sumar los quintos Juegos Olímpicos de su trayectoria—, Kara Lynn Joyce, Lacey Nymeyer y Jessica Hary. Estas nadadoras competirán en los 50 y 100 metros libre e integrarán uno de los relevos más sólidos en la prueba 4x100 metros libre, con potencial para desafiar a las favoritas australianas en Pekín.
En los 400 y 800 metros libres, las mejores nadadoras estadunidenses son Katie Hoff y Kate Ziegler. Ambas tienen posibilidades de ser medallistas en los 800 metros libres en Juegos Olímpicos y creo que Hoff tendrá oportunidad de ganar también los 200 y 400 metros libres, ya que ha registrado 1:56.02 y 4:02.07 minutos en entrenamiento.
Con Coughlin, Hoff, Ziegler y cualquier otra nadadora que se encuentre en el rango de los 1:57 y 1:56, Estados Unidos tendrá un relevo 4x200 que seguramente podrá nadar por debajo del récord mundial actual que es de 7:50:09, ya que son capaces de bajar su marca una vez llegados los Juegos Olímpicos.
Por otra parte, los velocistas de Estados Unidos están muy por encima de los franceses, suecos, australianos y otros especialistas en 50 y 100 metros libre. Y a pesar de que mucha gente ha identificado a Francia como favorita en el relevo 4x100 metros para Juegos Olímpicos, Estados Unidos dará una batalla de altura.
Y digo eso porque cuenta con velocistas del nivel de Gary Hall Jr., campeón de los 50 metros libres de Atenas, Ben Wildman-Tobiner, Cullen Jones, Garrett Weber-Gale y Nick Brunelli. Pienso que más de la mitad de los finalistas en el selectivo de Omaha nadará por debajo de los 22.0 segundos.
De los 100 metros libres puedo decir que es una prueba desconocida en cantidad y calidad, aunque se podría pensar de ocho a nueve hombres nadando en el rango de los 48 segundos durante el selectivo de Omaha.
Los nadadores de 200 metros libres son realmente extraordinarios, empezando por Michael Phelps, dueño del récord mundial (1:43:86), Ryan Lockle, Peter Vanderkaay y Klete Keller. Ellos podrían integrar un asombroso relevo de 800 metros, nadando por debajo de los siete minutos para imponer nuevo récord mundial. Espérenlos, serán una de las sensaciones en Pekín.
La prueba de los 400 metros libres varonil es un volado. Y si digo eso es porque tenemos a Klete Keller, Vanderkaay, Eric Vendt, Larsen Jansen; todos ellos han registrado de 3:44 a 3:45 minutos, aunque hay que tomar en cuenta que únicamente dos tendrán la oportunidad de calificar a Pekín en Omaha. Es por eso que en Estados Unidos se dice que el selectivo interno es de mucha más presión que los propios Juegos Olímpicos.
Para los mil 500 metros libres, el equipo estadunidense cuenta con el subcampeón olímpico de Atenas 2004, Larsen Jensen; aunque mi favorito es Eric Vendt, quien ha registrado 14:47 en entrenamiento completo, sin rasurarse, así como Peter Vanderkaay, que tiene más velocidad que los otros dos y ha estado entrenando excepcionalmente bien.
Por cierto, continúa el debate sobre los trajes de baño y los increíbles tiempos que se han registrado en todo el mundo, últimamente en eventos celebrados en California, Nebraska, Tokio, Roma y otras competencias del orbe.
Ahora no es únicamente el LZR. Tenemos ya un nuevo traje de baño, procedente de una compañía de Nueva Zelanda, y bautizado con el nombre de Blue-Seventy, que fue autorizado también por la Federación Internacional de Natación (FINA).
Básicamente es un wet-suit modificado que tiene tantas cualidades que los nadadores que los han utilizado en los recientes Campeonatos Mundiales en Australia, dicen que experimentaron problemas de flotabilidad tratando de mantenerse sumergidos después del clavado y la vuelta de campana. Algunos expertos consideran que el Blue-Seventy te baja de seis a ocho décimas por segundo por cada 50 metros. Si es cierto, esto es absurdo.
Me temo que los hombres que regulan la FINA simplemente no tienen idea de lo que están haciendo y están, de alguna manera, abriendo la “Caja de Pandora” en relación con lo que sucederá con la vestimenta de la natación contemporánea. A mí no me gusta y creo que la invasión de la alta tecnología está teniendo un efecto negativo en la historia y tradición de nuestro gran deporte.
Ahora quisiera compartir con ustedes mi análisis de los nadadores de Estados Unidos que tienen más posibilidades en el estilo libre, tanto en pruebas de velocidad como de distancia, ramas varonil y femenil, de manera individual y en relevos.
Les puedo asegurar que las pruebas de velocidad de mujeres las encabezarán Natalie Coughlin, Dara Torres —quien a sus 41 años busca sumar los quintos Juegos Olímpicos de su trayectoria—, Kara Lynn Joyce, Lacey Nymeyer y Jessica Hary. Estas nadadoras competirán en los 50 y 100 metros libre e integrarán uno de los relevos más sólidos en la prueba 4x100 metros libre, con potencial para desafiar a las favoritas australianas en Pekín.
En los 400 y 800 metros libres, las mejores nadadoras estadunidenses son Katie Hoff y Kate Ziegler. Ambas tienen posibilidades de ser medallistas en los 800 metros libres en Juegos Olímpicos y creo que Hoff tendrá oportunidad de ganar también los 200 y 400 metros libres, ya que ha registrado 1:56.02 y 4:02.07 minutos en entrenamiento.
Con Coughlin, Hoff, Ziegler y cualquier otra nadadora que se encuentre en el rango de los 1:57 y 1:56, Estados Unidos tendrá un relevo 4x200 que seguramente podrá nadar por debajo del récord mundial actual que es de 7:50:09, ya que son capaces de bajar su marca una vez llegados los Juegos Olímpicos.
Por otra parte, los velocistas de Estados Unidos están muy por encima de los franceses, suecos, australianos y otros especialistas en 50 y 100 metros libre. Y a pesar de que mucha gente ha identificado a Francia como favorita en el relevo 4x100 metros para Juegos Olímpicos, Estados Unidos dará una batalla de altura.
Y digo eso porque cuenta con velocistas del nivel de Gary Hall Jr., campeón de los 50 metros libres de Atenas, Ben Wildman-Tobiner, Cullen Jones, Garrett Weber-Gale y Nick Brunelli. Pienso que más de la mitad de los finalistas en el selectivo de Omaha nadará por debajo de los 22.0 segundos.
De los 100 metros libres puedo decir que es una prueba desconocida en cantidad y calidad, aunque se podría pensar de ocho a nueve hombres nadando en el rango de los 48 segundos durante el selectivo de Omaha.
Los nadadores de 200 metros libres son realmente extraordinarios, empezando por Michael Phelps, dueño del récord mundial (1:43:86), Ryan Lockle, Peter Vanderkaay y Klete Keller. Ellos podrían integrar un asombroso relevo de 800 metros, nadando por debajo de los siete minutos para imponer nuevo récord mundial. Espérenlos, serán una de las sensaciones en Pekín.
La prueba de los 400 metros libres varonil es un volado. Y si digo eso es porque tenemos a Klete Keller, Vanderkaay, Eric Vendt, Larsen Jansen; todos ellos han registrado de 3:44 a 3:45 minutos, aunque hay que tomar en cuenta que únicamente dos tendrán la oportunidad de calificar a Pekín en Omaha. Es por eso que en Estados Unidos se dice que el selectivo interno es de mucha más presión que los propios Juegos Olímpicos.
Para los mil 500 metros libres, el equipo estadunidense cuenta con el subcampeón olímpico de Atenas 2004, Larsen Jensen; aunque mi favorito es Eric Vendt, quien ha registrado 14:47 en entrenamiento completo, sin rasurarse, así como Peter Vanderkaay, que tiene más velocidad que los otros dos y ha estado entrenando excepcionalmente bien.
Por cierto, continúa el debate sobre los trajes de baño y los increíbles tiempos que se han registrado en todo el mundo, últimamente en eventos celebrados en California, Nebraska, Tokio, Roma y otras competencias del orbe.
Ahora no es únicamente el LZR. Tenemos ya un nuevo traje de baño, procedente de una compañía de Nueva Zelanda, y bautizado con el nombre de Blue-Seventy, que fue autorizado también por la Federación Internacional de Natación (FINA).
Básicamente es un wet-suit modificado que tiene tantas cualidades que los nadadores que los han utilizado en los recientes Campeonatos Mundiales en Australia, dicen que experimentaron problemas de flotabilidad tratando de mantenerse sumergidos después del clavado y la vuelta de campana. Algunos expertos consideran que el Blue-Seventy te baja de seis a ocho décimas por segundo por cada 50 metros. Si es cierto, esto es absurdo.
Me temo que los hombres que regulan la FINA simplemente no tienen idea de lo que están haciendo y están, de alguna manera, abriendo la “Caja de Pandora” en relación con lo que sucederá con la vestimenta de la natación contemporánea. A mí no me gusta y creo que la invasión de la alta tecnología está teniendo un efecto negativo en la historia y tradición de nuestro gran deporte.
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