lunes, 26 de octubre de 2009
EL ESCOTE Y LA INGLE
El escote y la ingle.
La gente todavía alucina con el escote de la atleta rusa Elena Isinbayeva en la entrega de los Premios Príncipes de Asturias. Hasta la Reina Doña Sofía alucinó con la belleza de la saltadora, y quién sabe, si para sus adentros, se dijo:”Mira, más joven que la Leti, más guapa y mejor deportista, no hubiera sido mal partido para Felipe…” En realidad, Elena es igual de guapa como de astuta, y por eso, no se para en barras a la hora de reconocer, que le gustaría llegar a los 36 récords mundiales ( ya lleva 25) de su ídolo Sergei Bubka, pero, al igual que el ucraniano, pretende batirlos de centímetro en centímetro. En eso me decepciona la Isinbayeva y más aún que lo confiese públicamente, aunque se le agradece la sinceridad. Por eso, el “extraterrestre” Usain Bolt trae loco a todo el mundo. Porque, a diferencia de gente como la nombrada, u otras leyendas como Morceli o El Guerrouj, los récords los bate solo en las grandes ocasiones: Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo, y eso no tiene precio. Eso es de una categoría como para aspirar, junto a Jesse Owens o Carl Lewis, a ser, dentro de una década, a ser considerado el mejor atleta de todos los tiempos. Y no digamos ya como le de por batir, en un futuro, las plusmarcas de 400 metros o longitud. Entonces, será sencillamente inmortal. Mientras tanto, su gran rival, Tyson Gay, acaba de pasar por el quirófano, para “arreglarse” la ingle. El arreglo tiene que ser a lo bestia, si quiere dar caza a ese “Relámpago” jamaicano, cuyo reino, a sus 23 años, no parece tener fin. Vivir para ver.
JOSÉ MANUEL MORENO. OCHO CALLES.
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