Lo tengo escrito desde hace meses: Madrid equivocó el tiro, presentándose a la carrera de 2016, en vez de hacer como París y guardar las fuerzas para 2020. Rogge engañó a Ruiz Gallardón como a un chino, convenciéndole que no era un obstáculo la rotación de continentes. No se lo cree el médico belga ni harto de jamón y gambas, como las que se “jamelaron” los ciento y pico de componentes del C.O.I. que viven a cuerpo de rey, haciendo evaluaciones que no sirven absolutamente nada para el resultado final, que debería ser algo tan sencillo como escoger la mejor candidatura y punto pelota. ¿Era Atlanta mejor sede que Atenas? No. Mandó la Coca Cola. ¿Era Sidney mejor Pekín? No. Había que enviar unos Juegos a Oceanía. ¿Se merecía unos Juegos un Gobierno corrupto y criminal como el chino? Rotundamente, no. ¿Era mejor candidata Londres, con todo postizo, que París o Madrid en 2012? Vamos ya…¿Es mejor candidata Rio de Janeiro que Madrid? Hasta los cariocas saben que no, pero el mapamundi manda, que parece un jeroglífico, y es políticamente correcto enviar unos Juegos a las playas de Copacabana. ¡La de caipirinhas que se van a tomar los sesudos miembros del C.O.I. durante estos años! Esto es pura política y así hay que aceptarlo. Si no, ¿qué demonios hacían allí Lula, Obama (vaya papelón el suyo) o nuestro Rey? Política, puñetera política. Para ese viaje, no hacían falta tantas alforjas y esperar a ver cuando les conviene a las huestes de Rogge que Madrid sea la mejor. ¡Menudo cachondeo! Vivir para ver.
JOSÉ MANUEL MORENO. OCHO CALLES.
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