jueves, 1 de octubre de 2009
"Hemos superado cribas severísimas"
DANIEL VERDÚ - Copenhague
Durante las pasadas elecciones de Estados Unidos, Alberto Ruiz- Gallardón dijo que su preferencia política era Barack Obama, pero que personalmente prefería a John McCain. Muchos pensaron que aquella era otra de sus enrevesadas frases, pero era sencillo. Si ganaba Obama, Chicago se convertía en una rival temible para Madrid 2016. Un año después, el alcalde de Madrid y Obama se sentarán muy cerca en la sala central del Bella Center de Copenhague para defender mañana los proyectos olímpicos de sus ciudades natales. En los mentideros del hotel Marriott, donde están los miembros del COI, el farolillo rojo es Tokio. Pero nadie se fía de nadie, y el alcalde apura cada minuto para convencer a los comisionados.
Pregunta. Vuelta al escenario de hace cuatro años. ¿Qué ha cambiado?
Respuesta. Madrid ha presentado una candidatura muy profesional. No hay un detalle suelto. Me he encontrado con miembros del COI que me hablaban de cada una de las instalaciones que tenemos. El proyecto es muy atractivo, compacto y seguro. Si hubiera una auditoría de gestión de nuestra candidatura, sería un valor que cotizaría muy alto, el más alto de todos.
P. ¿En qué ha mejorado?
R. Es un proyecto más compacto y que suma el esfuerzo que se ha hecho hasta ahora. Se resuelven carencias como la del alojamiento, que generaba una incertidumbre en el COI.
P. El efecto Obama ha hecho subir a Chicago en las apuestas. ¿Tendrá consecuencias?
R. No hacemos ese tipo de estimaciones especulativas. Intentamos hablar y convencer al máximo número de miembros del COI. La presencia de Obama demuestra la importancia de unos Juegos para una ciudad. Y eso lo han percibido las candidatas. Que venga le da la relevancia que tiene el movimiento olímpico. Dicho eso, vuelvo a afirmar que la capacidad de convicción que va a tener nuestra candidatura encabezada por el Rey es un activo que no quedará eclipsado por el presidente de Estados Unidos.
P. ¿Usted no tiene ganas de saludar a Obama, como todos?
R. Yo lo que tengo ganas es de que Madrid sea elegida ciudad organizadora. En estos momentos no está en mis prioridades hacer ninguna relación política sin relación con la candidatura.
P. ¿Cómo explica el entusiasmo que ha despertado la discreta candidatura de Río?
R. No era discreta. Lo intentaron muchos y sólo cuatro ciudades han superado las cribas severísimas del COI. Las cuatro ciudades estamos en condiciones de organizar los Juegos. A nadie le puede sorprender que gane ninguna de las cuatro.
P. ¿El último informe fue más severo con Madrid que con el resto?
R. En absoluto. Fortaleció la candidatura de Madrid. Nuestras observaciones, a diferencia de las de otras candidaturas, eran susceptibles de ser corregidas antes de llegar a Copenhague. Y es lo que hizo el gobierno de España con la legislación antidopaje. Nos ha dado la oportunidad de tener en consideración hasta qué punto su criterio importa a las autoridades españolas que hemos llegado al extremo de modificar un decreto ley. Hemos hecho del problema, oportunidad. España es un país que quiere tanto los Juegos, que cuando ellos hacen un informe discrepante, nosotros modificamos nuestra legislación.
P. ¿No le parece descabellado que un organismo sin legitimidad democrática ni legal en España sea capaz de modificar una ley aprobada por un consejo de ministros?
R. El decreto ley lo ha modificado el mismo organismo democrático que lo aprobó. Las razones por las que se hace es atendiendo a diferentes criterios, y uno es del COI. Y es perfectamente merecedor que un gobierno lo tenga en cuenta. Dentro de unos años los criterios de la Agencia Mundial Antidopaje serán los que se tendrán en cuenta para quienes quieran organizar competiciones deportivas.
P. ¿Cuál ha sido el momento más duro en estos tres años?
R. El esfuerzo físico que ha supuesto estar en todas las ocasiones en que el COI nos dejaba hablar con los miembros del comité. Soy el único de los cuatro alcaldes que no ha fallado a ninguna presentación en los cinco continentes. Y eso exige un esfuerzo físico y de agenda importante. Es duro. Pero también gratificante.
P. ¿En cuántos países ha estado?
R. He dado la vuelta al mundo varias veces.
P. ¿Con qué momento se queda de estos tres años?
R. El viernes a las 18.30, cuando nos digan que organizaremos los Juegos.
P. ¿Se puede hablar de pactos para segundas y terceras votaciones?
R. No. Sería imposible. Nosotros pedimos el voto para Madrid. Pero, cuando se queden fuera las ciudades, ninguna puede pedirle a sus votantes que voten a otra.
P. ¿Y pedir el voto para uno mismo en segunda votación?
R. Eso sí, y además lo hemos hecho. De las conversaciones con los miembros del COI, hay tres respuestas posibles. El que dice que sí; el que calla; y los que escuchan y luego dicen que tienen otra preferencia. En esos casos, hemos pedido que si su compromiso deja de estar en la carrera, nos voten a nosotros. Y muchos han dicho que sí.
P. ¿Cuándo decidió presentar la candidatura para 2016?
R. Pasó un año desde Singapur. Yo tenía la duda de si la rotación, ley no escrita pero de facto aplicada en las últimas décadas, haría imposible que tuviéramos los Juegos. Pedí entonces una entrevista con Jaques Rogge, que me invitó a comer a Lausana. Se lo pregunté y me contestó que no, que se elegiría a la ciudad con la mejor candidatura. Ese día tomé la decisión de iniciar las conversaciones con el gobierno de España.
P. Teniendo en cuenta el valor de regeneración urbana y social que se le supone a los Juegos, y que Madrid tiene ya el 80% de sus infraestructuras hechas o proyectadas, ¿por qué necesitamos más los Juegos que Río?
R. Se puede plantear qué ciudad necesita los Juegos o qué ciudad está más capacitada para organizarlos. Nosotros establecemos la conveniencia de los Juegos para Madrid. Y decimos al COI que estamos capacitados para organizarlos. Hemos planteado un legado, no sólo en términos físicos, sino que cambia los comportamientos de la ciudad para introducir los valores olímpicos en el lenguaje de la ciudad: respeto, constancia, trabajo en equipo... Ese legado está muy por encima de las nuevas infraestructuras.
P. Y en este ambiente final, ¿se puede ganar algún voto?
R. A estas alturas, todos los miembros tienen decidido el primer voto. Y creo que la inmensa mayoría no tiene tomada la decisión de su segundo voto.
P. Entonces, después de tantos contactos, ¿se puede descartar que Madrid caiga en primera ronda?
R. Podemos ganar en la tercera votación, para lo cual es obvio superar la primera y la segunda.
P. En el plano político, usted ha comprometido su imagen y su crédito por este proyecto. ¿Habrá valido la pena si Madrid pierde? ¿Tendrá consecuencias políticas en su carrera?
R. Eso lo dirán los ciudadanos en mayo de 2011.
P. ¿Pase lo que pase será el candidato al Ayuntamiento en 2011?
R. Sí. Yo he comprometido mi candidatura. Y me juzgarán los ciudadanos entonces.
P. ¿Qué hará el día 3 si gana los Juegos?
R. Me gustaría ir a ver la Lulu que están representando en el Teatro Real. Pero me da la sensación de que el avión llega tarde y lo tendré que dejar para otra vez.
P. ¿Y si pierde?
R. Exactamente lo mismo.
P. ¿No le parece triste que la unión que ha generado este proyecto entre todas las administraciones y partidos no la genere un asunto como es la crisis o el terrorismo?
R. Lo que me da es mucha alegría ver que en un país con dificultades para aunar voluntades entre aquellos que pensamos de forma distinta hayamos sido capaces de sumarnos todos en esto. Hay espacios para proyectos que unan, pero no sería bueno para España que lo único que nos uniera a todos sea el deporte.
P. ¿Está todavía seguro de la victoria?
R. Estoy seguro de que tenemos muchas posibilidades porque es el mejor proyecto.
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