miércoles, 8 de octubre de 2008

PAQUILLO FERNÁNDEZ:"SEGUIRÉ HASTA LONDRES 2012"



ENTREVISTA EXCLUSIVA. JOSÉ MANUEL MORENO.


Llega el accitano Paquillo Fernández en el día de su Santo, puntual a su cita con nosotros, concertada semanas antes, en uno de los sitios más bonitos y emblemáticos de la Axarquía: el Balcón de Europa.

Por Francisco Javier Fernández te conocen pocos, Paquillo.
Paquillo es mi nombre de guerra, y todo el mundo me conoce por ese nombre.

Hace muchos años, allá por el 92, entrevisté a Daniel Plaza, campeón olímpico y Jordi Llopart, subcampeón y me contaban que todavía la gente se burlaba de ellos cuando andaban por las calles, ¿esto ha cambiado?

Yo creo que los años de Daniel, de Jordi, de Manolo Alcalde, mi entrenador, fueron unos años difíciles, en el sentido que en los años 70 y 80, la marcha, no se conocía mucho, y en la gente, había un poco de burla, por el movimiento, pero en mi época, por los años 87 y 88, la cosa cambió, y en los años 2.000, la marcha es una disciplina muy conocida, que ha dado muchos éxitos, con marchadores como Plaza, Bragado, Massana, etc, que han dado mucha gloria a España. Yo me he sentido siempre muy respaldado, aunque siempre hay gente que no entiende ni de lo que es correr, imagínate lo de marchar, pero, hoy en día, la marcha está muy reconocida, y es una de las más importantes modalidades del atletismo español.

En su día, ¿qué le impulsó a un niño de Guadix a practicar este deporte?
Los niños siempre nos fijamos en los ídolos locales, y yo tenía a Manolo Alcalde, que era un marchador que se había ido a Barcelona, pero que nació en Guadix. Él tuvo que emigrar, como pasaba por aquellos años, pero su preparación para los Juegos Olímpicos de Moscú y Los Ángeles, la hizo en Guadix, pasaba largas temporadas allí, venía con gente de nivel internacional, con Daniel Plaza iba muchas veces. Él montó una escuela con otros entrenadores, poco a poco, empezó a llegar gente, y todos queríamos parecernos a él, igual que está sucediendo ahora en Guadix conmigo, que los niños se quieren parecer a mí, y que están empezando a despuntar.

Nombras continuamente a Manolo Alcalde, recuerdo cuando conseguiste la medalla de plata en Atenas, que declaraste sentirte triste, porque hacía poco tiempo que había fallecido.
Tengo que nombrarle siempre, porque toda mi historia, toda mi carrera está vinculada a esta persona, y forma parte de mi desarrollo como deportista. Él falleció cuatro meses antes de la medalla en Atenas, y la medalla fue muy importante en lo profesional, pero en lo personal, fue lamentable, porque él ya no estaba conmigo.

Tu primer triunfo internacional llegó en Munich’2002, con la medalla de oro en los Europeos. ¿Hay un antes y un después de ese éxito?
Antes de eso, conseguí la medalla de bronce en Budapest, en el 98, que me sirvió para darme a conocer, pero luego estuve unos años perdido, pero el gran momento es verdad que es cuando consigo el triunfo en Munich, y unos meses antes, en Turkü (Finlandia) conseguí la plusmarca mundial. Esos éxitos me consagraron en la élite mundial, y no cabe duda, que hay un antes y un después de esa medalla de oro, ya que empecé a ser reconocido, y comenzó una racha de años muy importantes.

Llevas diez años en los que no has parado, y desde el 2002, siempre consiguiendo medallas. Eso tiene que ser un esfuerzo descomunal.
Siempre lo he dicho: llegar es muy difícil, tienes que tener unas cualidades excepcionales, pero mantenerse es lo más complicado. Los patrocinadores te exigen más, tu club te exige más, la Federación te exige más, es una presión que hay intentar llevar bien. Llevo muchos años sin fallar, quedando siempre entre los tres primeros, no sólo en las competiciones oficiales, sino en los mítines, en el Circuito Mundial, y es lo que me ha dado una seguridad para conseguir los éxitos en todos estos años.

Paquillo, ¿qué se siente en una recta final, cerca de meta, cuando sabes que te espera una medalla?
Eso es algo que hay que vivirlo, durante todos esos metros, te acuerdas, como en un flash, de los malos momentos, de las lesiones, de tu familia, de tu entrenador, son tantas sensaciones, que es algo único e irrepetible.

No hay comentarios: