viernes, 14 de agosto de 2009

Bolt se lleva la fiesta caribeña a Alemania



Joan Justribó

Fiesta loca en el Yaam Beach Club, ayer convertido en un trocito de Jamaica en pleno Berlín. Banderas del país, reggae en los altavoces, incluso un pedazo de playa en la parte trasera, junto al río. Y dentro, acribillado a preguntas y fotos por 300 periodistas y fotógrafos, el show más grande del atletismo, Usain Bolt, sonriente y bromista, gastando unos brazos postizos que, colocados sobre sus hombros de verdad, simulan el gesto del relámpago, la celebración que ya tiene copyright propio. "Estoy preparado para mejorar lo del año pasado. Tengo ganas de medirme a Tyson Gay. No puedo esperar más", dice a borbotones. 'Lo del año pasado' son tres oros olímpicos y tres récords mundiales, dos de ellos, 100 (9"69) y 200 metros (19"30), de locura.
Cuatro horas antes comparecía su gran rival. Seriedad, una sala convencional y un atleta de pocas bromas, Tyson Gay, pero tan en forma ahora mismo que, dice el ranking, podría incluso derrotar a Bolt. "Me gustaría ganar, es la meta. Y también, por qué no, batir el récord del mundo. Creo que nunca había estado tan fuerte como ahora". Gay sonaba tan desafiante como Bolt, pero en su gesto no había sonrisas ni muecas. "Va a ser la mejor final de 100 metros de la historia, y el que la gane, será también el mejor de siempre", dice el aún campeón mundial de 100, 200 y 4x100.

Show contra trascendencia
A Gay se le nota trascendente. Para Bolt, en cambio, todo es un juego. "Sólo es una carrera. No tengo presión, no tengo preocupaciones. Para mí correr es divertido, sólo eso". O sea, más fiesta. "Y si gano, habrá un baile nuevo para celebrarlo".
Su esperado reto, el primero (luego vendrá el 200 y, con sus compañeros, el 4x100), tendrá lugar en el hectómetro del ahora azul tartán del Estadio Olímpico entre mañana (series y cuartos de final) y el domingo, con las semifinales y, al fin cara a cara, la gran final (21.35 h.). ¿Qué pasará? Ni ellos conocen el límite humano de la velocidad. "Nadie sabe lo rápido que es posible correr", apunta Bolt, "porque nadie podía imaginar lo que yo hice en Pekín".
Gay, que llegó semilesionado a aquella cita, pone cifras al pronóstico: "Creo que un tiempo por debajo de 9"7 (el récord de Bolt es 9"69) es factible. Él ya ha demostrado que lo puede hacer. Ahora me toca a mí demostrar mi talento". Gay, por cierto, se mostró crítico con la nueva norma de las salidas falsas, que implicarán descalificación directa a partir de 2010

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