Usain Bolt ha batido el récord del mundo en la final de los 200 metros lisos con un tiempo de 19,19 segundos. El jamaicano ha rebajado su anterior plusmarca mundial en once centésimas, tal y como hiciera el sábado pasado en los 100 metros . En una final rapidísima, con cinco hombres por debajo de los veinte segundos, Bolt no dejó de esprintar hasta que cruzó la línea de meta. El panameño Alonso Edward ha sido plata con un registro de 19,81 y el estadounidense Wallace Spearmon bronce, con 19,85.
El rayo lo ha vuelto a hacer. Las pancartas preguntaban en la grada: ¿Quién es el más rápido de Berlín? El jamaicano, disfrutando en los prolegómenos de la carrera en la calle número cinco, sobre los tacos de salida, tenía la respuesta. "Yes, yes, yes", decía a la cámara, dispuesto a volver a explotar sobre la pista. No estaba Tyson Gay, que hasta el momento ostentaba la mejor marca del año con 19,58, para presionarle, pero el plusmarquista quería hacer historia en Berlín, como hizo en los Juegos Olímpicos de Pekín hace un año.
Primer pistoletazo y salida nula. Al segundo arranca la final. Enseguida Bolt toma ventaja y traza la curva como un torbellino. Sale el primero a la recta y el gesto de fuerza en su rostro delata sus intenciones. Por detrás le siguen Edward, a su derecha, y Spearmon, a su izquierda. Ambos le acompañarán en el podio desde una lejanía abismal. "No sé hasta dónde puedo llegar", dice el ganador de la medalla de oro contemplando su tiempo en el marcador electrónico. Lo cierto es que nadie puede siquiera intuir dónde esta el techo de un hombre que acostumbra a regalar récords al mundo por su cumpleaños. Mañana celebra su 23 aniversario.
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