JOSÉ ANTONIO PASCUAL (EFE)
La selección española de atletismo afronta con ilusiones renovadas la duodécima edición de los Mundiales al aire libre, que se disputarán a partir del sábado en Berlín, y con determinadas bazas dispuestas a poner fin a una sequía de oros en esta competición que se ha dilatado durante una década.
Desde aquella calurosa tarde hispalense del 28 de agosto de 1999, cuando el soriano Abel Antón hizo rugir al estadio de La Cartuja, a toda Sevilla y a todo un país, ningún otro atleta ha conseguido un triunfo mundialista.
Su segundo título universal fue el último oro para España en esta competición, porque desde Sevilla'99 -edición en la que Niurka Montalvo se proclamó días antes campeona en longitud- todos los intentos han sido en vano.
Antón revalidaba la corona que había logrado en 1997 en el mítico estadio Panathinaiko de Atenas y conseguía el sexto y por el momento último triunfo español en unos Mundiales.
El marchador granadino 'Paquillo' Fernández estuvo muy cerca en tres ocasiones (París'03, Helsinki'05 y Osaka'07), pero tuvo que claudicar ante el poderío del ecuatoriano Jefferson Pérez en los 20 kilómetros marcha.
En la distancia larga de la caminata, los 50 kilómetros, el atleta español con más Mundiales, Jesús Ángel García Bragado, se colgó la plata en Edmonton'01, misma edición en la que Marta Domínguez 'arrancó' su gloriosa carrera mundialista, al proclamarse subcampeona en los 5.000, éxito que repitió en París'03.
Y el otro atleta que se quedó a las puertas del olimpo dorado fue el 'heredero' de los Antón y Martín Fiz, el toledano Julio Rey, que soñó con el triunfo en el maratón de París'03, pero al final no pudo con el marroquí Jaouad Gharib.
El maratón es la prueba que más oros ha dado a España, un total de tres
De hecho España cimenta sus glorias históricas en esta competición en el maratón, prueba en la que domina el medallero con los dos títulos de Antón y el de Martín Fiz en Gotemburgo'95, en la marcha y en los 1.500 -es la mejor por finalistas-.
Desde el estreno de Helsinki'83, en donde José Marín, con su subcampeonato en los 50 kilómetros abrió la veda de éxitos, la marcha es un valor seguro para las sucesivas delegaciones españolas. Sin tener en cuenta los Juegos de Pekín'08, en la última, en Osaka'07, Paquillo se colgó su tercera plata en los 20 kilómetros y María Vasco fue bronce en la misma distancia.
Valentí Massana y Jesús Angel García Bragado fueron los pioneros dorados al vencer en las dos distancias en Stuttgart'93, los 20 y los 50 kilómetros, en una de las ediciones de más grato recuerdo para España.
Massana fue plata dos años después en Gotemburgo en los 20 kilómetros y García Bragado sumó dos segundos puestos más en los 50 en Atenas'97 y Edmonton'01. García Bragado, que el próximo 17 de octubre cumplirá 40 años, aumentará en Berlín'09 el récord de los Mundiales en cuanto a la selección española se refiere, por cuanto disputará su novena edición tras haber participado consecutivamente desde Stuttgart'93, mientras que Manuel Martínez tomará parte en su octava cita.
José Marín, al margen de la plata en la primera edición, sumó con 37 años y 221 días un bronce en los 20 kilómetros de Roma'87, misma medalla que obtuvieron Encarna Granados y Daniel Plaza en los 10 y 20 de Suttgart'93.
En la prueba de 1.500 metros se han conseguido 5 metales pero ningún oro
España nunca ha podido subir a lo más alto del podio en los 1.500, la otra gran prueba emblemática dentro del atletismo nacional, pero los sucesivos representantes han dado la cara y han acumulado cinco metales y un total de quince finalistas.
José Luis González abrió el camino con su plata en Roma'87, Fermín Cacho le siguió con otros segundos puestos en Stuttgart'93 y en Atenas'97 y Reyes Estévez añadió sendos bronces en Atenas'97 y Sevilla'99. Ahora Juan Carlos Higuero, Arturo Casado y el propio Estévez concitan las ilusiones.
La norteamericana nacionalizada Sandra Myers hizo historia al lograr en Tokio'91 un bronce en los 400 metros, la única medalla española en este sector.
La vallisoletana Mayte Martínez reivindicó en Osaka'07 su carácter competitivo y la valía del mediofondo femenino al ser tercera en los 800 metros; el catalán José Luis Blanco fue el adalid de los 'africanos del norte' al rebelarse al 'black power' ("Poder negro") de los 3.000 obstáculos con un bronce en París'03; y el asturiano Yago Lamela saldó con dos preseas mundialistas su irrupción en la elite tras el cubano Iván Pedroso, al ser segundo en Sevilla'99 y tercero en París'03.
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