lunes, 10 de agosto de 2009

El pulso Bolt-Gay iluminará Berlín



GERARDO PRIETO

Gracias al triple olímpico de Usain Bolt en Pekín-2008, las carreras de 100, 200 y el relevo corto (4x100) se presentan como lo más apasionante de los Mundiales de Berlín que comenzarán el próxima sábado y que se prolongarán hasta el siguiente domingo, 23 de agosto. Un pulso que iluminará Berlín, y con un ingrediente añadido. Tyson Gay ha vuelto, y de qué forma: 9.77 segundos en Roma y líder de la temporada, con dos centésimas menos que los 9.79 de Bolt en París. Parece claro que el triple campeón olímpico y triple plusmarquista universal ya no estará solo y no tendrá como único rival a sí mismo.
¿Contra quien juegan mejor el Barça y el Madrid? Contra el Madrid y el Barça, respectivamente. Puede que no siempre sea el mejor partido, pero es el que más se saborea, y el que más se disfruta si se gana, o el que más se sufre si se pierde. Sin duda, la rivalidad deportiva acrecienta la motivación e incide directamente en el resultado. Usain Bolt no se habría parado 30 metros antes de la llegada en la final olímpica de 100 metros en Pekín si hubiese tenido un rival a su altura. En ese caso, el vigente récord mundial estaría por debajo de los 9.69 que el jamaicano logró en ese momento.

DOS TIPOS DUROS / Hay quien pone todo esto en duda con un razonamiento también válido: si Bolt hubiese corrido sintiendo el aliento de su rival, o rivales, quizás se habría agarrotado y su rendimiento no hubiera sido el mismo. Puede que sea así para Asafa Powell, pero no para Bolt o Gay, dos tipos duros en la pista a quienes la presión no parece afectarles, sino todo lo contrario, aunque procedan de mundos y estilos diferentes.
Gay, que ayer cumplió 27 años, surge de las cenizas de la velocidad estadounidense, calcinada en un thriller que empezó con una nota de un arrepentido o resentido, según se mire; siguió con un registro en los laboratorios BALCO de San Francisco y acabó con Marion Jones encarcelada. Aun así, el grupo de jóvenes velocistas que lideró Gay en los Mundiales de Osaka-2007 arrasó sin complejos. Asafa Powell no fue rival para el estadounidense, pero la explosión de Usain Bolt el año siguiente lo cambió todo.
Bolt (que cumplirá 23 años el 21 de agosto, en plenos Mundiales) es el primer velocista jamaicano que no ha tenido que emigrar al Primer Mundo para ser el mejor, como hicieron casi todos sus predecesores, de Don Quarrie a Linford Christie y Donovan Bailey, pasando por Ben Johnson. El hombre más rápido del planeta es el líder de una generación de grandísimos talentos en la que se incluyen Veronica Campbell-Brown y Asafa Powell como alumnos más destacados de la ya famosa Escuela Tecnológica de Jamaica, con Glen Mills como entrenador jefe.

CONTRASTE DE ESTILOS / La naturalidad de Bolt, su auto deportivo de más de 100.000 dólares estrellado contra un árbol, incluso su inocente confesión de que fumaba cannabis con sus colegas adolescentes, además de las críticas del presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, por sus modales en la pista, han puesto el público a su favor. Usain cae bien, pero sobre todo es asombrosamente rápido y elegante corriendo. La sensación de facilidad que transmite es única y, de momento, inigualable. Y una cosa más. Ha dejado la puerta abierta para explorar el límite de la velocidad: en el ambiente flota la prometedora sensación de que volverá a superar su propio tope en cualquier momento.
Gay, por el contrario, no es un velocista brillante en su estilo, aunque si en los resultados: es un Michael Johnson de los 100 y los 200 metros. La moderación en sus gestos y en sus declaraciones resulta ejemplar y se agradece en estos tiempos de tanto ruido, pero no atrae tanto como su rival. El triple campeón mundial en Osaka-2007 fue derrotado en el 2008 por las lesiones (en la rodilla), en un intento a la desesperada por estar a la altura de su previsible enfrentamiento con Bolt.
Pero Gay ha dado muestras esta temporada de haberse recuperado plenamente y de ser un tipo listo, eligiendo sus competiciones con lupa y, sobre todo, evitando el encuentro con Bolt. Sabe que la única oportunidad de frenar al Relámpago es descargarlo de electricidad, dejarle que se desgaste en el fragor de las eliminatorias, flases, entrevistas y semifinales y lo que pueda pasar en el camino hacia la final. Usain tiene 22 años y a esa edad no importa cometer un error, o dos, pero Gay sabe que siempre se pagan.

A 37 KILÓMETROS POR HORA / En el marco de ese duelo que iluminará Berlín, hay quien augura que Bolt es capaz de correr en 9.50, o menos. Gay, por su parte, también ha hablado de hacerlo por debajo de 9.60. El tiempo lo dirá. El margen de mejora existe porque, en términos objetivos, el récord mundial de los 100 metros apenas se ha movido desde que en 1968 Jim Hines bajara por primera vez de los 10 segundos (9.95 cronometraje eléctrico), ayudado por la altitud de México y la primera pista sintética de la que se dispuso para unos Juegos. De ahí a los 9.69 segundos de Usain Bolt (que corrió a 37,15 km/h) en Pekín-2008 solo hay 26 centésimas. Un 2,6% de mejora en 40 años, con dopaje incluido en algunas ocasiones, parecen una nimiedad, pero es un gran logro si tenemos en cuenta que la zona de trabajo son los límites del ser humano y que cuanto más nos acercamos a estos, más nos alejamos del siguiente paso para superarlos.

PODER AFRICANO / El duelo de la velocidad será el más brillante en Berlín, pero no el único aliciente. EEUU, además de Gay, presenta una selección ambiciosa en la que 14 atletas defenderán los oros conseguidos en Osaka-2007, la mejor cosecha en unos Mundiales. Entre ellos estarán Bernard Lagat (1.500 y 5.000), Jeremy Wariner, Kerron Clement y Allyson Felix.
El poder africano no faltará, con la aportación del doble campeón olímpico Kenenisa Bekele (5.000 y 10.000) y el duelo del fondo entre las también etíopes Tirunesh Dibaba y Meseret Defar. El cubano Dayron Robles, la rusa Yelena Isinbayeva y la croata Blanka Vlasic también están destinados a brillar en unos Mundiales posolímpicos.

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